Steve Jobs, el fallecido CEO de Apple, sigue dando que hablar desde la otra vida. Dado que la historia del misterio de la matrícula es el tema más leído en lo que va de mes, suponemos que esto os interesa. ¿Por qué podía conducir Steve Jobs su coche sin poner placas de matrícula?
Ni le daban miedo las multas, ni el código de barras era un identificador válido. Todo se debe a una laguna legal del Estado de California (Vehicle Code No. 4456), que exigía que el propietario de un vehículo nuevo instalase las placas de matrículas antes de seis meses después de la compra.
Por lo tanto, el truco consistía en cambiar de coche cada seis meses por otro idéntico, y así circular siempre sin matrícula, pero de acuerdo a la Ley. Esa laguna actualmente es de tres meses, pero total, a Steve esto ya no le afecta. Podía cambiar de coche cada poco tiempo porque utilizaba contratos de leasing.
Además, como la Ley permite que haya coches sin matrícula porque se supone que están dentro de ese plazo, la policía no los va parando a todos porque tienen cosas mejores que hacer. A partir de aquí, hay dos teorías. O bien cambió de coche con frecuencia, o bien no llamó la atención y no le pillaron.
Según Gizmodo, según los registros de tráfico de los condados de Santa Clara, San Mateo, Santa Cruz y San Francisco, Steve Jobs nunca ha recibido una citación por circular sin matrícula hasta 2010. Además, en la zona donde se movía, es un coche muy discreto para alguien que no entiende de coches, ¿y cómo distinguirlo de otro SL 55 AMG que no lleva matrícula con el mismo color?
Creo sinceramente que hubo un poco de ambas teorías en la práctica. El que se supone era el coche de Jobs, buscando por su VIN, estaba registrado en 2006 y fue visto en 2010 sin matrícula y con 35.000 kilómetros. Sea como sea, se ha ido impune en este sentido.
Es una muestra más de su genialidad y su forma alternativa de pensar. Encontró un resquicio legal para circular sin matrícula, y lo estuvo haciendo hasta que la muerte se lo llevó para siempre. Él ya sabía que esto forma parte del ciclo de la vida, y que como todos vamos a morir algún día, es estúpido pensar que tenemos algo que perder.
Vía | Autoblog, Gizmodo, ITwire
En Motorpasión | El coche de Steve Jobs y el misterio de la matrícula