La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ha publicado su informe de valoración sobre el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, enviado por el Gobierno a las Cortes el pasado martes 19 de mayo para su discusión, y en el mismo pone en tela de juicio la propuesta del Ejecutivo de extender Madrid Central a todos los municipios de más de 50.000 habitantes y territorios insulares, así como el resto de medidas destinadas a fomentar una movilidad sostenible.
En este ámbito, también se incluyen otras medidas "para facilitar los desplazamientos a pie, en bicicleta u otros medios de transporte activo, asociándolos con hábitos de vida saludables", una pretensión que en su conjunto carece de concreción para la Comisión.
"Sin ánimo de cuestionar la finalidad de la medida, [el plan] es excesivamente difuso", concluye el documento de la CNMC en referencia una de las medidas estrellas del Ejecutivo liderado por Sánchez, que ya la contempló en el primer borrador del Anteproyecto de Ley de Cambio Climático de 2019 y que definitivamente pasará por las Cortes para su intento de aprobación.
De llegar a buen puerto, la medida obligaría a los 148 municipios españoles (de un total de 8.131) que cuentan con más de 50.000 habitantes, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), a implantar una zona de bajas emisiones "no más tarde de 2023".
Hacia la neutralidad de emisiones
El plan del Gobierno recoge además la intención de llevar a cabo "acciones para facilitar los desplazamientos a pie, en bicicleta u otros medios de transporte activo; y la mejora y fomento del uso de la red de transporte público".
También se deberá impulsar la movilidad eléctrica compartida y el uso de medios de transporte eléctricos privados", por lo que horizonte para entidades como Car2Go, Zity, WiBLE y Emov parece ser bastante halagüeño.
En cualquier caso, no se vetarán los coches con motores de propulsión. En el proyecto de Ley de Cambio Climático no hay una prohibición explícita de venta de esos coches para 2040 y de circulación para 2050, como se propuso en el primer borrador, pese a que la movilidad de bajas emisiones será la que regirá los años venideros.
España quiere alcanzar la neutralidad de emisiones no más tarde de 2050, incluyendo una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 del 20% respecto a los niveles de 1990.
La neutralidad no implica que no puedan haber emisiones de CO₂ en España, sino que se tendrán que compensar mediante mecanismos para absorber ese CO₂, por ejemplo. La Unión Europea ya manifestó su intención de no prohibir los vehículos con motores diésel y gasolina, aunque en la práctica las nuevas normas de emisiones irán abocando al sector a la producción de coches cero emisiones si no quieren enfrentarse a multas millonarias.
La bici y los peatones, grandes protagonistas de la movilidad posCoronavirus
Todo ello en un escenario en el que la pandemia del coronavirus ha propiciado un cambio en la movilidad por el que los coches perderán gran protagonismo en las ciudades o, en el mejor de los casos, acelerará la proliferación del vehículo eléctrico.
El distanciamiento social que imperará durante un gran periodo de tiempo se traducirá en un mayor uso del vehículo privado, pero la contaminación y el espacio juegan en contra del coche si lo que se pretende es combatir el aumento de las emisiones contaminantes y los grandes atascos.
Valencia, Barcelona y Madrid, tres de las grandes ciudades de España, han cedido más espacio a los peatones y a los cicilistas tras el confinamiento y, por ende, después de registrar índices históricos a la baja en su media de emisiones de dióxido de nitrógeno (NO₂).
Las impactantes imágenes de carreteras y calles desiertas es muy probablemente que nunca se vuelvan a repetir, pero esa estampa tan inusual fue el comienzo de una nueva movilidad que, temporal o no, ya ha comenzado a dibujarse.
Por lo pronto, el Gobierno, DGT e incluso la Guardia Civil han emitido en diversas ocasiones mensajes incentivando el uso de la bicicleta, y ha reforzado la imagen de un sector que consciente de la situación ya reivindica ayudas la compra tras la pandemia.
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