Michigan ha sido el Estado elegido para albergar la primera carretera equipada con un sistema inalámbrico de carga para vehículos eléctricos en el país.
La carretera, que estará en Detroit y tendrá en su fase inicial 1,6 km de largo, será construida por la empresa especializada en carga inalámbrica ElectReon y podrá ser utilizada tanto por automóviles como camiones y autobuses eléctricos.
Operativa en 2023
La carretera se construirá en Michigan Central, el "distrito de innovación de movilidad" de 121.000 metros cuadrados, en Detroit.
La tecnología de esta compañía israelí promete la carga por inducción de cualquier tipo de vehículo eléctrico y sin necesidad de parar. La clave está una infraestructura construida con bobinas de cobre incrustadas en el asfalto, que promete ser rápida y sencilla de instalar.
Este proyecto se llevará a cabo junto a empresas como Ford y DTE Energy.
El hecho de que un vehículo eléctrico pueda cargarse sobre la marcha abre la puerta a que las empresas de transporte y logística reduzcan costes y tiempo, al no tener que parar en una electrolinera.
La información que de momento no se ha desvelado es qué potencia de carga permite esta tecnología, que tendrá que demostrar que es realmente efectiva.
El plan es que esta carretera, que recibirá 1,9 millones de dólares de las arcas públicas, esté operativa en 2023, y que se vaya ampliando.
Lo cierto es que la tecnología de carga por inducción en las carreteras cada vez está más presente. En julio de 2021 el Departamento de Transporte de Indiana anunció sus planes para construir un nuevo sistema de carga sin cables en carretera en un un tramo de unos 400 metros: funciona a través de bobinas de inducción dentro de losas de cemento magnetizado.
ElectReon tiene proyectos piloto similares en Israel y Europa, entre ellos rutas de autobuses públicos en Tel Aviv, Suecia y Alemania, así como para vehículos pesados a lo largo de una carretera de peaje en el norte de Italia.
En 2019, Oslo (Noruega), anunció que instalaría un sistema de carga inalámbrica para alimentar la flota de taxis eléctricos de la ciudad. Ese sistema permite que los automóviles se carguen a una velocidad de hasta 75 kW.
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