Durante los últimos meses una guerra civil estalló dentro del foro interno de Citroën. Sébastien Loeb era líder de la general, pero algunos movimientos y tácticas hacían ver que el verdadero numero uno del equipo francés era Ogier. Desde entonces muchos textos y líneas han sido escritas sobre Olivier Quesnel, su mala gestión del equipo y el mal trato recibido por todo un siete veces Campeón del Mundo.
Ahora le llega el turno de hablar a Quesnel que justifica las famosas órdenes de equipo en la posibilidad de retirada del alsaciano, Sébastien Loeb, al final de 2011. Sabiendo eso en la cúpula de Citroën prefirieron dar un pequeño trato de favor a Ogier, que al fin de cuentas era el piloto que estaba llamado a ser el futuro del equipo.
Al final del año pasado, Loeb iba a parar al final del 2011 así que tuvimos que preparar para el año 2012. Teníamos un conductor en fase de desarrollo, que había estado a la altura de todas nuestras expectativas, y que era Sébastien Ogier. Si le hubiéramos permitido ir a Ford, podríamos estar poco preparados para 2012.
Sin embargo el cambio en el sistema de orden de salida para 2012 hacia que Loeb continuara en su idea de seguir en el WRC. Al ver que a pesar de su edad, “Seb I” seguía siendo el más rápido y que además Volkswagen le quería para ayudarles a desarrollar el Polo WRC, Quesnel giro las tornas y situó a Loeb de nuevo en el numero uno.
Entonces, en el transcurso de este año, se cambiaron las reglas y Loeb decidió quedarse. A partir de ahí, se hizo más complicado. Él demostró a lo largo de la temporada que sigue siendo el piloto más rápido… es comprensible que se quiera quedar.
Ahora el problema lo tiene con Ogier, ya que en su renovación de contrato pidió que no hubiera órdenes de equipo. Quesnel quiere asegurar el titulo de constructores, y para ello necesita 17 puntos más, a partir de ahí se espera que Loeb sea la punta de lanza en la lucha por el de pilotos, con un Ogier en la posición de escudero que también hizo Sordo durante sus años como segundo.
Vía | MaxRally