Elon Musk lleva tiempo jugando a romper Tesla. Los despidos masivos, para luego readmitir parte de la plantilla, y su apuesta por los robotaxis de conducción autónoma son algunos de los ejemplos más recientes. Muchos veían en esas acciones una amenaza por conseguir el 25% de los derechos de voto en Tesla.
Recientemente, en un post de X (antes Twitter), ha confirmado lo que puede verse como una amenaza a los accionistas de Tesla: dadme el 25% de la empresa o no habrá productos de Inteligencia Artificial y robótica en la compañía.
Sin Inteligencia Artificial y robótica, Tesla no vale nada
Recordó que, a sus ojos, la empresa no valdrá nada sin esas dos áreas de negocio. La Inteligencia Artificial es, por ejemplo, esencial para la conducción autónoma de nivel 4 y 5 de los coches. A pesar de que el Autopilot FSD de Tesla (una conducción autónoma de nivel 2 similar a lo que proponen casi todos los fabricantes) es considerada por la agencia de seguridad en carretera estadounidense, la NHTSA, un sistema demasiado perfectible y que ha provocado accidentes mortales. En todo caso, este ultimátum podría tener enormes implicaciones para el futuro de Tesla.
Elon Musk asegura que no quiere el control absoluto de Tesla, de hecho, con un 25% no lo podría tener. A cambio sí que tendría una influencia significativa sobre el rumbo de la compañía. Tan significativo que, habida cuenta del valor de Tesla (564.000 millones de dólares en bolsa) se asemejaría a un control sobre la empresa ya que los fondos necesarios para superar esos 25% están al alcance de muy pocas entidades en el mundo.
If Elon gets 25% voting power, Tesla is reincorporated in Texas, and compensation package is approved, then AI & Robotics stays within Tesla and the company can march on forward to become the largest company in the world pic.twitter.com/YRCFKeHENM
— Teslaconomics (@Teslaconomics) May 18, 2024
Según el último registro oficial en la comisión de valores estadounidenses de 2023, Elon Musk poseía el 13% de los derechos a voto en Tesla y cerca del 23% de las acciones.
Su participación en la compañía ha ido bajando con respecto a sus inicios a raíz de la compra de Twitter. En 2022 vendió acciones de Tesla por valor de 23.000 millones de dólares.
Para que Musk obtuviera el 25% del control de voto, necesitaría recibir un paquete de acciones por valor de unos 60.000 millones de dólares, recuerdan desde Electrek.
Musk asegura que no quiere más dinero, solo los derechos de voto, pero las acciones con voto de doble clase no son realmente posibles una vez la compañía ya cotiza en bolsa. Una de las maneras para Musk de lograr un mayor control es que la junta de accionistas aprueba su "paquete de compensación", es decir, su nómina, acordado en 2018 y valorado en 46.000 millones de dólares.
El ultimátum de Elon Musk ha puesto a Tesla en una encrucijada. La votación sobre estas propuestas tendrá lugar antes de la junta general anual de accionistas de Tesla, que se celebrará el 13 de junio. El resultado de esa junta tendrá un impacto significativo en la dirección estratégica de Tesla y en el liderazgo de Musk al frente de la empresa con la que parece querer dar bandazos como con los cambios de opinión sobre los aranceles a los coches chinos.