El pasado día 14 de julio se produjeron grandes novedades en torno a la lucha contra el cambio climático y la Unión Europea ha dado un paso al frente. Las medidas bautizadas como "Fit for 55" (traducido, "En forma para el 55"), establecen la obligación de alcanzar una reducción drástica de las emisiones que, sin duda, va a afectar al mundo de la automoción.
El Gobierno de España ha comentado estas noticias en voz de la ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, quien considera que este paquete puede ser el más importante de la década. Las compañías que lleven el trabajo adelantado se verán beneficiadas por ello. Quienes no lo hayan hecho, ahora es el momento.
La Unión Europea alza la voz contra los gases contaminantes
El titánico paquete legislativo presentado por la Comisión Europea influirá en materia de transición verde a todos los ámbitos de la economía y la sociedad. Pero de lo que podemos estar seguros es de que esta década marcará definitivamente el adiós al CO2. Tal y como mencionó la presidenta Ursula von der Leyen, “las emisiones de CO2 deben de tener un precio”.
Durante la presentación del plan, también se ha hecho hincapié en que el 20 % de nuestras emisiones sigue procediendo de nuestras carreteras. El foco se dirige, sin lugar a dudas, hacia la industria automovilística para pedir una respuesta rápida y efectiva. Pero ¿qué propone exactamente el paquete "Fit for 55"?
- Reducir las emisiones en 2030 al menos en un 55 % respecto a 1990.
- Prohibición de vender coches de combustión a partir de 2035.
- En cuanto a la fiscalidad, aparecen nuevas tasas impositivas al carbono.
- Que al menos un 40 % del consumo bruto de energía provenga de las renovables.
- Obligatoriedad de contar con viviendas sostenibles.
El objetivo admite cierta flexibilidad para que las compañías desarrollen nuevos vehículos que emitan entre un 60 % y un 90 % menos de gases contaminantes que a día de hoy. Eso sí, para 2035 no podrán comercializarse vehículos de combustión interna dentro de las fronteras de la Unión. ¿La solución? Mover a los modelos eléctricos, híbridos y de hidrógeno al envite, así como instalar más de tres millones de surtidores eléctricos públicos.
El mes más verde desde 1973
Unas medidas estrictas pero más necesarias que nunca, teniendo en cuenta que el pasado 3 de abril se marcó un récord histórico de dióxido de carbono en la atmósfera pese a la pandemia. Según el Observatorio de Mauna Loa, en Hawái, referencia mundial en el seguimiento de este gas de efecto invernadero, se alcanzaron las 421,21 partes por millón.
Sin embargo, hay compañías que llegan con el trabajo hecho y Toyota sabía que esto era algo que ya se veía venir desde hace tiempo. No en vano, la sede española lleva desde 2004 participando en el llamado Green Month, una iniciativa activa desde 1973 que se celebra cada mes de junio en conmemoración con el Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio).
El Green Month de Toyota pone en marcha iniciativas eficientes por la sostenibilidad
¿Y en qué consiste? Durante el Green Month, Toyota pone en marcha diferentes planes de eficiencia energética para reducir las emisiones, buscar tecnologías innovadoras y encontrar fuentes de energía renovables. Hace unos meses, la compañía decidió instalar paneles solares fotovoltaicos en su sede de Alcobendas (Madrid) y en toda su red oficial de concesionarios. Con ello, se pretende reducir anualmente su impacto ambiental en 55.000 kg de CO2, en 22.000 kg de carbón y en la tala de alrededor de 3.000 árboles.
Esta iniciativa se enmarca dentro del Desafío Medioambiental Toyota 2050, un programa alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y que consta de seis retos. Cada uno de los siguientes desafíos de sostenibilidad reduce el impacto que el funcionamiento de Toyota tiene en el planeta. ¡Vamos a por ello!
Desafío 1: vehículos que no emitan CO2
Objetivo: conseguir que para 2050 todos los modelos de la marca emitan un 90 % menos de CO₂ que en 2010.
Plan: apostar por energías alternativas y renovables a través de las ventas de vehículos híbridos, pero también de pila de combustible.
Resultado: un ahorro de 1.500.000 de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Los vehículos de hidrógeno utilizan una fuente de energía que produce cero emisiones de dióxido de carbono dado que solo emiten agua.
Desafío 2: ciclo de vida sin emisiones
Objetivo: fabricación de los vehículos sin emisiones de CO2.
Plan: implantar un sistema de gestión medioambiental en la cadena de suministros con el propósito de eliminar las emisiones del ciclo de vida del vehículo, esto es, fabricación, distribución y transporte hasta el punto de venta. A través de la herramienta informática GEA-TOYOTA, es posible monitorizar los indicadores ambientales de actividad.
Resultado: mejor control ambiental de la marca, gestión de los residuos y una mayor atención sobre toda la red de concesionarios.
Desafío 3: una producción libre de C02
Objetivo: eliminar la emisión de CO2 de los centros de producción.
Plan: integrar el hidrógeno y otras tecnologías innovadoras y renovables como fuente de energía para generar electricidad en las fábricas que ayuden al proceso de producción.
Resultado: en países como República Checa, la instalación de un equipo de recuperación del calor generado supone una reducción de 2.975 toneladas de CO2 anuales. Por su parte, las membranas fotovoltaicas en la planta de Francia o los paneles fotovoltaicos en Reino Unido conllevan un ahorro de 2.000 toneladas de CO2 al año.
Desafío 4: economizar agua
Objetivo: elaborar un plan para una gestión eficiente del agua, un bien escaso en muchos lugares del mundo.
Plan: realizar auditorías en la red de concesionarios para garantizar un uso responsable del agua, reutilizar el agua de lluvia y el tratamiento de vertidos para su purificación.
Resultado: durante 2017 la compañía consiguió reducir el consumo de agua un 27 % respecto al año anterior.
Desafío 5: impulso al reciclaje
Objetivo: desarrollo de tecnologías que favorezcan el reciclaje y permitan la reutilización y recuperación de sus vehículos.
Plan: dejar de lado el modelo de producción y consumo lineal para dar paso a un sistema de economía circular. Esto supone reciclar y reutilizar piezas automotrices, evitando residuos en el vertedero. También existen iniciativas para sustituir las fundas de protección de plástico de los asientos por otras de tela reutilizables y lavables. Estos materiales pueden mantenerse útiles a lo largo de más años.
Resultado: 85 % de piezas recuperadas, el 84,3 % recicladas y 4.000 toneladas de residuos gestionados. En total, hablamos de una reducción de 5 toneladas de plástico.
Desafío 6: vivir en armonía con la naturaleza
Objetivo: implicar a la sociedad para construir un mundo responsable con el medioambiente y la naturaleza.
Plan: firmar acuerdos con organizaciones dedicadas al cuidado y fomento de nuestro entorno, como el que se estableció con WWF en 2017 para reforestar Galicia y Asturias tras los incendios estivales.
Resultado: un mayor compromiso de la ciudadanía con la gravedad de estas imprudencias e invitar a unirse a colaborar.
Al finalizar el Green Month, la compañía japonesa publicó el 'Informe de Sostenibilidad 2020-2021' con buenas noticias: se ha alcanzado la mejor cuota de mercado en España. El liderazgo con la comercialización de vehículos electrificados ha asentado también su éxito de ventas.
En definitiva, Toyota no solo quiere provocar la mínima huella negativa en la naturaleza, sino también generar un impacto positivo. El mundo al que nos dirigimos es sostenible y estos seis retos son solo los primeros pasos hacia una fecha esperanzadora.
Imágenes | Sala de prensa de Toyota