¿Compensa comprarse un coche eléctrico de segunda mano? Es más barato, pero su batería es un riesgo en los modelos más viejos

¿Compensa comprarse un coche eléctrico de segunda mano? Es más barato, pero su batería es un riesgo en los modelos más viejos
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Según avanzan los años, más crece la oferta de los coches eléctricos de segunda mano. Pero aún se venden muy pocos, igual que ocurre con los nuevos: la mayoría de usados transferidos son térmicos, aunque los híbridos cada vez tienen más peso.

La mayor ventaja de un coche eléctrico de segunda mano es que es mucho más barato, pues los cero emisiones se deprecian aún más rápido que un gasolina o diésel. Esto se debe a la batería y a su vez es la cara amarga de comprar un eléctrico usado.

Hasta 23.000 euros más barato que uno nuevo

En general, los coches eléctricos nuevos suelen arrancar en torno a los 40.000 euros: pocos rondan los 30.000 euros y muchos menos bajan de ese precio. Así que si queremos un coche eléctrico barato, una buena opción es recurrir al mercado de segunda mano.

Y se devalúan bastante. Si ya cualquier coche se señala como una mala inversión por su depreciación (en un año pierde entre el 16 y el 20 % de su valor), un eléctrico puede devaluarse hasta un 50 % en pocos meses. Veamos algunos ejemplos.

Nissan LEAF 2022

El Nissan LEAF fue uno de los primeros eléctricos en llegar al mercado y es el único de los de la década anterior que aún se vende nuevo. Se trata de la segunda generación de este modelo que llegó en 2018 y cuya mecánica no ha cambiado pese a la actualización de 2022.

Nuevo, el LEAF parte de los 38.569 euros, con descuento y en la versión con batería de 40 kWh con motor de 150 CV. Pero si nos vamos portales como Coches.net o Autoscout24.es, encontramos modelos de esta versión por rondando los 11.000 y los 12.000 euros, en general superando o rondando los 100.000 km.

Seminuevos, con hasta 25.000 km, oscilan entre los 15.000 y los 25.000 euros, y en acabados más completos. Es decir, que son entre 13.600 y 23.600 euros más baratos que si optamos por un LEAF nuevo.

Otro ejemplo es el Peugeot e-208, que llegó hace tres años. Actualmente este utilitario, en variante de 136 CV y con batería de 50 kWh, tiene un precio de 33.700 euros. Pero encontramos unidades de segunda mano antes y después del restyling por entre 15.000 y 25.000 euros.

Y si nos vamos al Tesla Model 3, que acaba de estrenar actualización, hay unidades del anterior por entre 16.000 y 26.000 euros. Todos esos sí, con más de 100.000 km y muchos rondando los 200.000 km. El Model 3 nuevo actualmente arranca en un precio de 41.490 euros en su opción más barata.

A vueltas con la batería: comprobar su vida útil restante, esencial

Batería coche eléctrico

Comprar cualquier coche usado puede ser una compra más o menos arriesgada dependiendo de muchas variables: el uso que se le haya dado al coche, el kilometraje, la antigüedad, si ha dormido en la calle o en garaje...

Un coche eléctrico prescinde de muchos elementos mecánicos, lo que significa que no se estropean o desgastan por el uso. Pero a cambio, tiene un gran problema: la batería, su elemento más caro y su talón de Aquiles.

Una batería de iones litio se va degradando con el uso, tras los ciclos de carga y descarga que habrá soportado. Y esto se traduce en que va perdiendo capacidad por el camino. A cuantos más kilómetros recorridos, más ciclos habrá sufrido.

Los fabricantes, suelen ofrecer garantías de ocho años para la batería, con kilometrajes de entre 240.000 o 120.000 según marca. Además un posible cambio de batería se contempla en ese periodo si baja del 80 o el 70 % de su capacidad útil.

De esto se deduce que es complicado que en ese tiempo baje de ese porcentaje, pero todo depende igualmente del uso que se haya dado al coche, de cómo se haya cargado, si se ha abusado de la carga rápida, etc. Y por otro lado afectará más o menos según su capacidad: un coche con una batería de 100 kWh seguirá ofreciendo un rango generoso, pero no tanto en una de 50 kWh.

Reparar una batería fuera de garantía es caro y sustituirla aún más: varía entre 4.000 y 33.000 euros en función de si hay que cambiar un módulo o bien la batería al completo. En todo caso no es algo habitual: según un estudio sólo un 1,5 % de los eléctricos han tenido que pasar por esta reparación.

Estado de la batería lector de diagnóstico OCB

Teniendo todo esto en cuenta, saber en qué estado se encuentra la batería es fundamental si vamos a comprar un coche eléctrico usado. Sobre todo si tiene muchos kilómetros. Si el coche lo vende un profesional, debería aportar un certificado de la salud de la batería. No es obligatorio, pero que no lo haga nos debe hacer saltar las alarmas.

Sea como fuere, se puede comprobar mediante un lector OBD-II que permite realizar un diagnóstico de la batería y que nos detallará el estado de cada celda. Invertir en uno puede ayudarnos mucho y no son caros: puedes encontrarlos por entre 10 y 40 euros.

También sería aconsejable hacer una prueba de recarga, comprobar cómo actúa la regeneración de energía o si hay mucho desfase entre la autonomía homologada y la que indica el coche.

Entonces, ¿es arriesgado comprar un coche eléctrico usado?

Feria del Vehículo de Ocasión de Madrid

Como todo, depende. Un eléctrico de segunda mano seminuevo tendrá menos riesgo de haber perdido vida útil en su batería y de estar en mejores condiciones que uno que haya recorrido cerca de 100.000 km o más. Y ya no digamos un kilómetro cero, entre los que podemos encontrar ofertas muy llamativas.

La ventaja evidente de un cero emisiones usado es el menor precio, pero puede salir caro si la batería ha sufrido o se ha degradado demasiado. Ocurre lo mismo que con los teléfonos móviles: un iPhone 11 de segunda mano será más barato que un iPhone 15, pero su batería habrá perdido capacidad y además su tecnología es mucho menos avanzada.

Así, cabe preguntarse si compensa hacerse con un coche eléctrico de segunda mano cuando las baterías más modernas ofrecen mucho más autonomía que las antiguas. Lo que hacen en poco tiempo, ya que la evolución tecnológica es constante.

Cada nueva generación puede homologar hasta el doble de rango que el anterior. Por ejemplo el Nissan LEAF con la primera batería se 22 kWh firmaba los 199 km, y con la siguiente de 30 kWh pasó a ofrecer 250 km.

No son muchos, pero hora mismo hay coches eléctricos nuevos que rondan los 20.000 euros. El MG4 Electric más barato, incluyendo el MOVES III que adelantan en el momento de la compra puede quedarse en 18.480 euros con todos los descuentos aplicados. Tiene 170 CV y una autonomía de 350 km.

Y el Citroën ë-C3, con 320 km de rango y 113 CV, parte de los 22.590 euros con la oferta actual, antes de aplicar el MOVES III. Si los trayectos van a ser urbanos, el Dacia Spring que es el eléctrico más barato del mercado puede ser una opción muy interesante: ofrece 230 km, pero arranca en los 17.890 euros y con el descuento máximo del MOVES puede quedarse en 10.890 euros.

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