El nuevo Volvo S90, buque insignia de la marca sueca, hará su debut en el próximo Salón de Detroit, en enero de 2016. Pero de momento, la marca se ha limitado ha publicar un par de teasers. Obviamente, no nos dejan ver más y sólo destacan la forma de los pilotos traseros. De la estética no hablaremos, pues no se ve nada (aunque todo apunta que las miniaturas filtradas reflejan bien el aspecto del S90).
El nuevo modelo se enfrentará en el mercado a los BMW Serie 5, el nuevo Mercedes-Benz Clase E (que también podríamos ver en Detroit), el Audi A6, Jaguar XF y Lexus GS. Es un segmento del mercado del que Volvo está ausente desde hace tiempo. Sí, en su gama están los S80 y V70, pero son modelos cuyo lanzamiento en el mercado se remonta ya a 2006 y 2007, respectivamente, y sus ventas son testimoniales actualmente.
El nuevo S90 es considerado por la industria como el test del algodón para Volvo. Peter Mertens, director de desarrollo en Volvo, explicaba a Autocar que para el S90 y el V90 (versión break) habían "ido un paso más allá" con respecto al XC90. Y añadía: "El diseño exterior e interior dará un salto sustancial hacia arriba con respecto al XC90. Hemos hecho un esfuerzo todavía más grande para la berlina".
"El diseño exterior y sobre todo el interior dará un salto sustancial hacia arriba con respecto al XC90"
El XC90 fue el primer modelo basado en la plataforma SPA y su puesta a punto dio prioridad al confort. Y así lo reflejan las ventas globales del XC90, donde las versiones con suspensión neumática dominan. Sin embargo, Mertens asegura que para el S90 se ha dado prioridad al comportamiento dinámico, para dotarlo de cierta agilidad. Habrá que probarlo.
Se espera que el S90 equipe los mismos motores que el XC90. En diésel serán los D4 (190 CV) y D5 (224 CV) que coparán la ventas en Europa, mientras que la gama gasolina se compondrá de los T5 de 254 CV y T6 de 320 CV. Y como tope de gama, el T8 Twin híbrido enchufable de 408 CV.
El Volvo S90 no será simplemente un modelo de gama alta más. Al igual que Lexus, Volvo abre su propio camino y no pretende replicar las recetas del trío alemán premium. Su primera incursión con el XC90 lo demuestra. Lo hace enfatizando su carácter sueco con un diseño depurado y elegante, que aprecias en la carrocería, pero también en el interior. Por ejemplo, con una interfaz en el sistema multimedia que es actualmente la referencia del sector.
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