En Estados Unidos, la tierra de la libertad y las llamadas a revisión, se ha llegado a un acuerdo entre la marca Toyota y un grupo de consumidores que habían puesto una demanda. Por lo visto, las luces de alta intensidad (HID), opcionales en ese país, fallaban antes de tiempo.
Ese fallo llevó a los propietarios a gastarse un dinero considerable en su sustitución (unos 450 dólares), tanto en piezas como en mano de obra. El acuerdo alcanzado no implica ni aceptación de mal trabajo por su parte, ni responsabilidad, pero reembolsarán todo el dinero invertido en esa sustitución si se conservan los recibos y ampliarán la garantía de las existentes.
Existen unas 320.000 unidades potencialmente afectadas de Toyota Prius de segunda generación (modelo 2006-2009), aunque el acuerdo cubre inicialmente a unos 2.500 clientes. Otros tantos podrían sumarse a la demanda y así ampliar esta llamada a revisión encubierta (no lo es a nivel público).
En España no debería haber unidades afectadas. Las dos fotografías corresponden a las dos unidades de Prius II que probé, la primera en 2005 y la segunda en 2008, y ambas tenían luces halógenas. El equipamiento único, Sol, iba cerrado, por lo que no se podían poner luces HID opcionalmente.
Este episodio es el último de una larga lista de problemas de fiabilidad que ha tenido la marca japonesa, especialmente en Norteamérica. El 49% de las quejas a la NHTSA sobre seguridad en este coche tenían que ver con iluminación. A algunos se le fundían las luces temporalmente y luego volvían, algo no muy seguro que se diga.
La reacción de la marca se sale del patrón de las últimas, que habría implicado una llamada a revisión de las unidades potencialmente afectadas. Lo que han hecho es que al que se queje, le cambian las bombillas o le devuelven el dinero. Pero si no hay protesta y se funden… pues nada…
Este problema lleva mosqueando a los priuseros del otro lado del charco hace tiempo. Los españoles “solo” se quejan de lo poco que iluminan los faros halógenos convencionales.
Vía | Autoblog
Fuente | Los Angeles Times