Una vez más, Elon Musk ha recurrido a Twitter para dar un importante anuncio sobre Tesla: la primera versión beta del Autopilot 'Full Self-Driving' (FSD) o de 'conducción autónoma total' estará disponible a partir del 20 de octubre para unos pocos.
Exactamente, el fundador de la compañía californiana ha explicado que se reducirá a un "pequeño número de personas que son expertos y cuidadosos conductores". Es decir, beta-testers de la marca a los que suelen recurrir. Musk, que ya había anunciado en el pasado el despliegue de esta tecnología, promete que habrá un antes y un después en la conducción autónoma.
Lejos de un nivel 5
La base de esta tecnología, enmarcada en la inteligencia artificial y presentada en abril de 2019, es que opera en 4D. Esto significa que el Autopilot recibirá vídeo envolvente simultáneo de ocho cámaras que permitirá, según promete Musk, reducir a cero la intervención humana.
El nuevo ordenador de Tesla alberga, según explicó la compañía, 6.000 millones de transistores y es capaz de procesar hasta 2.300 fotogramas por segundo, una tecnología basada en redes neuronales que promete ser 21 veces mejor respecto al hardware de la generación anterior, de Nvidia.
En este sentido, el sistema FSD ha sido calificado como una inversión en el futuro que será mucho más veliosa una vez los vehículos autónomos -y no aquellos con asistentes avanzados a la conducción- obtengan la aprobación regulatoria.
En comparación con la tecnología de asistencia al conductor de un fabricante de automóviles promedio, el sistema FSD permitirá, progresivamente y a base de actualizaciones, mejorar sustancialmente la forma en la que el coche ve su entorno y responde a él de forma segura.
De momento no se han desvelado detalles acerca de quienes serán los afortunados en probar por primera vez este software de 'conducción autónoma total', que en realidad, se aleja bastante de ese concepto, y de un nivel 5 de autonomía.
Al igual que con el Autopilot, el conductor deberá mantener las manos en el volante cuando utilice la función. Lo que hace el software, para aquellos que pagaron 8.000 dólares por tenerlo en su modelo, es otorgar acceso a funciones como Auto Lane Change y Autopark.
El software permitirá también, entre otras cosas, que el vehículo se detenga solo en semáforos y haga giros, en principio, sin intervención humana.
Un aviso en la web de Tesla advierte a los conductores de que "las funciones actualmente habilitadas requieren una supervisión activa del conductor y no hacen que el vehículo sea autónomo". Sin embargo, el aviso dice que "a medida que estas características de conducción autónoma evolucionen, el automóvil se actualizará continuamente mediante actualizaciones de software inalámbricas".
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