Una de las cosas que nos enseñan a la hora de sacarse el carnet de conducir es que el alcohol y la conducción no hacen buenas migas. Obviamente, cuando accedemos a la fase de prácticas de conducción, procuramos poner en práctica la teoría y aplicar al pie de la letra el código de circulación. Y más aún el día del examen.
Por otra parte, todos sabemos que a la hora de conducir, no siempre aplicamos la teoría al pie de la letra, tomamos una cierta libertad con toda esa teoría. Pero en este caso no es tomarse cierta libertad con la teoría, es pasar olímpicamente de ella.
Es lo que han podido ver los policías de Alsacia, Francia, al ver cómo un coche de autoescuela iba dando tumbos de un lado a otro de la carretera. Debía ser algo tan exagerado que probablemente pensaron que esto no podía ser simplemente un alumno particularmente torpe.
Le dieron el alto. Al volante, una joven treintañera en plena práctica de conducción que fue sometida a una prueba de alcoholemia, a pesar de que no olía a alcohol ni titubeaba y se expresaba con aparente claridad. Al fin y al cabo, también es un ejercicio práctico.
2,90 g/l de tasa de alcoolemia sacándose el carnet
Y el resultado fue de lo más sorprendente. El alcoholímetro mostró 2,90 gramos de alcohol por litro de sangre. Hay que saber que en Francia, está prohibido conducir con una tasa de alcoholemia de 0,5 g/l de sangre o 0,25 mg/l de aire espirado.
Por otra parte, el límite de 0,5 g/l se rebaja en el caso de los permisos en prácticas y en las fases de aprendizaje a tan sólo 0,2 g/l de sangre o 0,10 mg/l de aire espirado. Vamos, que esta alumna reventó el límite legal que le permitía seguir conduciendo.
A pesar de este "impresionante" nivel, la conductora intentó justificarse. Explicó que había estado festejando la noche anterior su cumpleaños. El problema es que fue controlada a las 15h00, según la prensa local.
Por supuesto, la treintañera será sancionada, pero no con la retirada del carnet de conducir, ya que no lo tiene. Tampoco queda claro si podrá seguir recibiendo clases y presentarse al examen del carnet de conducir.
Y es que con una tasa de alcoholemia superior a 0,8 gramos, la alumna presenta una tasa de alcoholemia que se califica de delito. En un caso similar en 2018, se impidió a un alumno seguir con el aprendizaje hasta su comparecencia ante un tribunal.
La alumna se enfrenta a una posible multa de hasta 4.500 euros, la prohibición de conducir un vehículo cualquier tipo de vehículo motorizado durante un máximo de cinco años, la prohibición de sacarse el carnet en los próximos tres años e incluso una pena de cárcel de hasta dos años.
Por lo que respecta al profesor, no hubo ningún accidente que pudiera haberla hecho responsable y no debería verse afectado por sanciones legales.
En España, recordemos que los conductores noveles están sujetos a un límite de 0,15 mg/l en aire espirado, en lugar de los 0,25 mg/l que marca la tasa máxima general, durante sus dos primeros años de carnet. Conducir superando las tasas de alcoholemia siempre es una infracción muy grave según la Ley de Tráfico, y en el caso de los noveles los límites y las sanciones son los siguientes:
- Entre 0,16 y 0,30 mg/l: pérdida de 4 puntos del carnet y 1.000 euros de multa.
- Más de 0,30 mg/l: pérdida de 6 puntos y 1.000 euros de multa.
En cualquier caso, si la tasa supera los 0,60 mg/l, se contempla como delito contra la seguridad vial. Lo que implicaría "penas de prisión de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. Y en cualquier caso, la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años".