Desde hace unos años, forman parte de los remolques y de los camiones que vemos por nuestras carreteras. Las barras laterales y traseras que lucen no son una opción estética, sino un elemento de seguridad. Las barras antiempotramiento son una forma de protección sencilla y a la vez muy eficaz.
También conocidos como barras de protección lateral, estos dispositivos se han convertido en una norma para prevenir los riesgos en las colisiones laterales entre vehículos pesados y vehículos más pequeños. En Europa, y por tanto en España, la normativa obliga a los fabricantes y transportistas a equipar sus vehículos con esta medida de seguridad específica.
¿Por qué son cruciales estas barras de protección?
Las barras de protección desempeñan un papel esencial en la seguridad vial. Evitan que un vehículo pequeño pase por debajo del camión en caso de impacto lateral, reduciendo así considerablemente las lesiones graves o mortales.
Aunque la implicación en los siniestros viales de los camiones pesados es baja, son menos compatibles con los demás usuarios debido a su enorme masa y la típica construcción abierta en laterales y frontales de su zona de carga o del remolque. En el caso de una colisión, las consecuencias pueden ser muy graves para los usuarios desprotegidos y ocupantes de turismos.
Uno de los accidentes típicos es el impacto trasero de un turismo contra un semirremolque a una velocidad media del vehículo comercial y del turismo de 80 km/h y 125 km/h, respectivamente; esto equivale a una velocidad relativa de impacto del turismo de 45 km/h, recuerdan desde Dekra.
La presencia de esas barras antiempotramiento permite disipar la energía cinética del coche al ofrecer, según la norma actual, suficiente resistencia al impacto trasero de un turismo de tamaño medio a una velocidad diferencial mínima de 56 km/h.
La deformación de los largueros delanteros y la activación de los sistemas de retención para proteger a sus ocupantes en el impacto ayudan a reducir las consecuencias del impacto. Son, además, una protección eficaz contra el deslizamiento por debajo del remolque en caso de impacto, tanto a los turismos como a los camiones ligeros de hasta 3,5 toneladas.
Las barras de protección por sí solas ayudan a mitigar las consecuencias de un choque, pero no son suficientes. Las normas actuales exigen también que en el diseño de los coches se tome en cuenta esas barras de cara a la protección de los pasajeros del turismo.
Por otra parte, estas barras, especialmente en los laterales, también deben proporcionar una protección eficaz a peatones, ciclistas y motociclistas evitando que pasen debajo del remolque o camión en caso de accidente.