Teléfono móvil con cámara + postureo + redes sociales = selfie. Es una forma de resumir una de las últimas tendencias, la del autoretrato para exhibición en Internet a amigos, familiares, fans y envidiosos de la muerte. Es algo inofensivo en principio, pero muy peligroso cuando se hace conduciendo.
Preocupantes datos nos traslada Ford, en un estudio hecho entre 7.000 usuarios de móviles avanzados (smartphone) a nivel europeo, entre 18 y 24 años. Uno de cuatro se ha hecho un selfie en el coche, pero uno de cada ocho lo ha hecho mientras iba conduciendo (nótese el gerundio). Buscad por #drivingselfie o #selfieconduciendo, os pondrá los pelos de punta.
También es especialmente preocupante que uno de cada cuatro admita haber estado pendiente de redes sociales mientras conducía. Eso puede implicar una distracción de 20 segundos, suficiente para que a 120 km/h se recorran 660 metros sin que el vehículo tenga control alguno. O seis campos de fútbol si lo preferís.
Dentro de lo que cabe, la epidemia no está tan implantada en nuestro país como en Reino Unido, Alemania, Bélgica, Francia o Rumanía. Sería peor si todos esos teléfonos con cámara tuviesen conexión de datos 3G con tarifa plana, los que solo tienen WiFi son un poco menos peligrosos. Y de los que graban vídeos en marcha mejor no hablar...
En los cursos Conduce tu vida que patrocina la marca, una prueba consiste en hacer un circuito de conos mientras los alumnos se sacan una foto. Obviamente, nadie es tan pr0 como para hacer bien las dos cosas, y eso les ayuda a reflexionar un poco. Pero sin esa reflexión, es un problema de seguridad vial de reciente generación.
No nos extrañe que las marcas estén haciendo tantos esfuerzos por integrar teléfonos móviles y coches. Tampoco debería extrañarnos que ofrezcan cámaras en el salpicadero para sacar selfies y subirlos a Internet de forma segura. Es mejor eso a que lo hagan a la "antigua".
No sé si es más preocupante el uso de redes sociales en marcha, que el hacerse fotos en marcha para subirlas a redes sociales. Tengo un profundo dilema moral. Igual las multas por manipular el móvil conduciendo deberían multiplicarse por tres, porque los actuales 200 euros y tres puntos no son suficientemente disuasorios.
Conociendo estas cifras (que ojo, vienen de una parte interesada) casi prefiero que haya integración con redes sociales en el coche, siempre que se pueda hacer de forma segura. Pero eso nos desvía de la cuestión principal, que las dos manos han de ir en el volante, y los ojos en la carretera. Punto pelota.
También debemos ver la conducción autónoma con buenos ojos. Es preferible que la gente que no sabe despegarse del puñetero móvil no conduzca, y que lo haga una máquina por ellos. Pero para eso queda tiempo. Hasta entonces, queda educar y concienciar. Puede ser peor consultar Facebook en plena autovía que llevar encima dos cervezas.
Fotografía | @alizelim (II)
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