Según la DGT, la somnolencia y la Apnea Obstructiva del Sueño (AOS) intervienen, directa o indirectamente, en entre el 15 % y el 30 % de los accidentes de tráfico en España (ambas se relacionan con gran cantidad de accidentes de tráfico en el sector profesional) como demuestran múltiples estudios hace años, aunque la cifra exacta es difícil de determinar.
Pero además de los siniestros viales en los que el conductor se queda completamente dormido, la propia somnolencia (es decir, tener sueño) afecta sustancialmente a las capacidades de conducir con seguridad: distracciones, salidas de vía, alcances traseros… solo un microsueño de 3 segundos a 120 km/h hace que perdamos el control del coche en 99 metros.
Para tratar estos problemas, darle mayor visibilidad y buscar posibles soluciones, Tráfico ha organizado una jornada muy interesante sobre somnolencia y conducción con la participación de expertos, instituciones, centros de reconocimiento, profesionales del transporte, desarrolladores de ADAS y la Guardia Civil, y estas son algunas de las principales conclusiones.
No dormir antes de ponerse al volante es igual de peligroso que el alcohol
El sueño es uno de los mayores enemigos al volante por sí mismo, pero los riesgos aumentan exponencialmente si se unen otros factores como el consumo de determinados fármacos, o de alcohol. Y es que otros riesgos permiten un mínimo control del vehículo, pero si te duermes al volante, no vas a poder reaccionar hasta que ya sea demasiado tarde.
Sin embargo, Carlos Egea, neumólogo acreditado en medicina del sueño por el Comité Español de Acreditación en Medicina del Sueño (CEAMS), apunta a que “el 55 % de los conductores sigue conduciendo aunque su cuerpo le esté dando señales de que tiene que parar, como cuando se conduce en modo automático”.
Además, señala que “en España hay un problema cultural y de concienciación de la importancia del descanso”.
Según datos de la DGT, los problemas del sueño pudieron estar presentes en el 7 % de los siniestros mortales de tráfico en 2021, "lo que significa que 77 personas fallecieron por este motivo", dice Pere Navarro. "Teniendo en cuenta los datos de la última década, de media cada año, 75 personas fallecieron y otras 250 resultaron heridas graves", añade.
Pero, ¿Cómo se puede evitar y/o controlar que alguien con problemas de fatiga o somnolencia se ponga a los mandos de un vehículo?. Desde la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (FESMES) apuntan a que lo ideal es “cribar a las personas que pueden tener problemas de sueño” con diferentes pruebas médicas, y que esto se certifique en los permisos de conducción.
Aunque reconocen que “no es fácil llevar esta teoría a la práctica” y que los conductores con este tipo de problemas (sobre todo los profesionales autónomos al volante), pueden percibirlo como un método punitivo o pueden tener miedo a perder su trabajo por este motivo apuntan a la necesidad que se mejore el ciclo sanitario en torno a estas afecciones.
Esta línea la comparten unidades médicas específicas como la Unidad Interdisciplinar de Trastornos del Sueño de la Fundación Eduardo Anitua, que pide que “los tratamientos del sueño no sean un problema, sino que una solución”, como señala el investigador Joaquin Durán.
También Irene Cano, coordinadora de Unidad del Sueño del Hospital Ramón y Cajal, apunta a que “es necesario facilitar el diagnóstico, el tratamiento y la renovación del carnet de conducir, priorizando a los conductores profesionales, para hacer más sencilla su labor.
Además, Cano enfatiza que en la actualidad “solo hay identificado un 15 % de los pacientes con problemas de sueño”.
Desde la Guardia Civil, el Teniente Cano apunta que “la gente no es consciente de que el sueño es un factor de riesgo añadido al volante” y apuesta por más campañas de concienciación con el lema de “Si tienes sueño, no conduzcas”.
Pero además, incide en la importancia de la concienciación desde la etapa de formación de los conductores: “El tema debería formar parte de los test de examen y de las renovaciones del carnet de conducir”.
Todos los ponentes coinciden que los conductores profesionales tienen que tener prioridad en los circuitos específicos existentes en el sistema sanitario español. Para eso, se necesita una colaboración de las instituciones públicas, porque “hoy en día es evidente que no es eficiente”, dice Cano.
El Teniente asimismo se muestra preocupado por cómo puede controlar la Guardia Civil que no haya conductores con trastorno del sueño en la carretera, pese a los últimos avances en la materia.
Acciones que ya se están llevando a cabo para tratar los trastornos del sueño al volante
En los CRC o centros de reconocimiento médico, como explica el doctor Enrique Mirabet, "ya están en marcha desde hace un año medidas para determinar qué conductores tienen un riesgo bajo, medio o elevado de padecer trastornos del sueño y actuar en consecuencia". Estos centros tienen acceso a los informes médicos de atención primaria, consejos, etc.
Por ejemplo, una conductora que evidencia un riesgo medio, por diferentes factores identificados en el CDC (ronquidos por la noche, pocas horas de sueño e interrupciones, etc.) obtendrá su permiso acompañado de una hoja de recomendaciones a presentar a su médico de cabecera.
Así, este podrá actuar en consecuencia aplicando tratamientos como por ejemplo un CPAP, o dispositivo específico que le ayude a dormir adecuadamente por la noche, explica Mirabet: “queremos prevención, no una política sancionadora para los conductores con riesgo”. Esto permitiría solucionar el problema de la conductora, y por tanto, reducir sus riesgos al volante por un trastorno del sueño.
Otro aspecto que puede ayudar a mitigar estos riesgos al volante, como señalan los expertos de APPlus IDIADA, es la tecnología de las asistencias a la conducción (ADAS) obligatoria por normativa para los fabricantes de coches,
Ejemplo de ello es el Detector de fatiga (DDR): un sistema que detecta distracciones al volante, ya sea por fatiga, somnolencia y otras causas. Así, alerta al conductor con una alerta acústica y también visual, que puede ser un mensaje de texto en la pantalla o bien una taza de café, indicándole que debería detenerse para realizar una pausa en el trayecto.
En esta línea, Euro NCAP también ha implementado recientemente sus protocolos para poner énfasis en premiar estos sistemas. “Pero además de avisar, propone que sistemas como los de mantenimiento de carril del coche, implemente parámetros que identifiquen no solo la somnolencia, sino también la fatiga”, dicen desde IDIADA.
Cada vez tendremos mas sistemas de monitorización directa, aunque de cara al futuro (en 2026 se establecerán nuevas directrices desde NCAP) preocupan aspectos como “la distracción cognitiva” (como estar mirando a la carretera pero estar pensando en otra cosa) que no se podrá detectar tan fácilmente.
Algunas empresas de transporte profesional por carretera como ALSA, que también ha expuesto su visión, cuentan con tecnología específica de monitorización como los tacógrafos o el programa Drivecam, “una especia de Gran Hermano que ayuda a la empresa a instaurar protocolos de seguridad”, pues analizan los comportamientos de los conductores en carretera.
Además de la fatiga, de la somnolencia y otros trastornos del sueño, en las Jornadas se ha hecho hincapié que para mejorar la seguridad vial la principal medida siempre será “la concienciación de cada uno y el sentido común, apoyados por la educación vial temprana”, como ha señalado el Teniente Cano, de la Guardia Civil.
Pere Navarro, director de la DGT ha dado por concluida la Jornada con algunas reflexiones. “Después del alcohol, posiblemente el sueño sea el factor que más incide en los accidentes de Tráfico” y este hecho ha de cambiar drásticamente las políticas de seguridad Vial.
“A partir de todo lo expuesto hoy, el Observatorio de Seguridad Vial va a tener mucho trabajo”, más en un tema como este, que ha calificado “de emergente” ha dicho, aunque hace décadas que se estudia.
Además, ha hecho énfasis en que “los conductores profesionales merecen una atención especial que invite a poner el tema encima de la mesa y no se perciba como punitiva” y ya ha avisado que en los paneles informativos de las carreteras este verano, recordaremos el mensaje a los conductores de “Si tienes sueño, no conduzcas”.