Probamos el Renault Clio E-Tech, un pequeño híbrido que me ha convencido por lo poco que gasta y lo bien que va, más allá de su etiqueta ECO

El ruido de las luchas por imponerse como el coche eléctrico más vendido no nos deja ver que, más allá de una notable excepción, el mercado europeo pide coches asequibles y parcos en consumo. Así, sin hacer muchas estridencias, el Renault Clio ha sido el tercer coche más vendido en Europa en 2023. Y en lo que va de año, sigue siendo un superventas.

Con esas credenciales, teníamos que probar el coche que han comprado cerca de 220.000 personas el año pasado. Probamos el Renault Clio E-Tech para averiguar cuales son las claves de su éxito.

Mecánica: máxima eficiencia

Al igual que otros modelos recientes de Renault, como el Rafale y el Espace, la versión tope de gama del renovado Renault Clio pasa a llamarse Esprit Alpine, reconocible por sus parachoques de estilo más agresivo, las inserciones decorativas azules o grises en las llantas y las costuras azules y tricolores en el interior. La bandera francesa también está bordada en los asientos y en el salpicadero en el lado pasajero.

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Visto por el retrovisor, este Clio 5 fase 2 podría incluso confundirse con un modelo nuevo, tal es la transformación de su frontal. Ya no es tan discreto como antes, pero no se trata de una revolución absoluta. En términos de motores y tecnologías, la gama de motores sigue siendo esencialmente la misma, destacando, el híbrido E-Tech. Se trata de la variante más potente, con 145 CV, y que probamos aquí con el mencionado acabado tope de gama Esprit Alpine.

En términos técnicos, el restyling no altera la cadena cinemática híbrida E-Tech, que ya ha experimentado una serie de cambios desde su lanzamiento en 2020. Ha pasado de 140 a 145 CV, y su electrónica de potencia se ha actualizado para mejorar tanto el consumo de combustible como la suavidad de funcionamiento.

Recordemos que este Clio está equipado con la primera versión de esta cadena cinemática, construida en torno al motor 1.6 atmosférico de origen Nissan de 94 CV, combinado con dos pequeños motores eléctricos de 36 kW y 15 kW, respectivamente. La potencia total combinada es de 145 CV.

Cuenta con una batería de iones de litio de 1,2 kWh situada bajo el maletero. La potencia se transmite a las ruedas delanteras a través de una caja de cambios automática multimodo de cuatro velocidades, dos de las cuales también son utilizadas por el motor eléctrico de mayor potencia.

Los kilómetros recorridos en ciudad con el Clio fueron para mí una agradable sorpresa, ofreciendo una sensación muy similar a la de un coche eléctrico en términos de brío y reactividad al acelerador.

La mayor parte del tiempo el motor de combustión interna funciona a régimen constante para recargar la batería, mientras que es el motor eléctrico que trabaja para mover el coche, incluso a velocidades superiores a 50 km/h.

Al mismo tiempo, en autopista y a velocidad constante, no es raro que el Clio se mueva en modo 100% eléctrico y no consuma ni una gota de gasolina durante unos pocos kilómetros. Al final, dependiendo de lo largo que sea el trayecto o viaje pueden ser entre varias decenas o cientos de kilómetros los recorridos en modo eléctrico.

Al volante: cómodo, dinámico y hasta silencioso

Así, gracias a sus numerosas fases de funcionamiento en modo eléctrico, es un coche muy agradable de conducir en ciudad. Su potencia es apreciable en carretera y autopista, pero la capacidad de respuesta de la transmisión en reducciones se me antoja un tanto brusca, perdiendo la suavidad de la que hace gala el coche el resto del tiempo.

Fuera de la ciudad, el Clio se muestra más entretenido de conducir cuando la carretera se vuelve revirada, con un tren delantero bastante vivo. En vías rápidas exhibe un aplomo y una precisión de guiado digna de los segmentos superiores, como si fuera un compacto.

Por lo demás, el Clio conserva sus notables cualidades de insonorización para la categoría (aunque en ocasiones el motor se deje oír en el habitáculo) y la vivacidad de su chasis.

Gracias a una amortiguación un tanto firme, pero siempre confortable, el Clio controla bastante bien el balanceo de su carrocería y ofrece una agilidad notable, reforzada además por un recalibrado de la dirección asistida. Este comportamiento podría justificar la deportividad del nivel de acabado Esprit Alpine, aunque no incorpore estrictamente ninguna modificación en el chasis, salvo llantas de aleación de 17 pulgadas.

En cuanto a prestaciones, su 0 a 100 km/h en 9,3 s no es precisamente digno de Alpine. En cambio, este Clio E-Tech demuestra tener brío cuando más se puede necesitar: para adelantar con seguridad.  Pasa de 80 a 120 km/h en 6,2 segundos. Es un tiempo honorable que lo sitúa en la media de su rivales. A modo de comparación, un Toyota Yaris 130H necesita 7,9 segundos en el mismo ejercicio y un SEAT Ibiza FR 150 apenas 5 segundos.

Pero si hay un apartado en el que la mecánica E-Tech del Clio le permite brillar sin duda es en el de los consumos. Nuestra prueba arrojó consumos muy contenidos con una media de 5,1 l/100 km registrados en un recorrido que alternaba tramos de autopista, carreteras secundarias y ciudad a partes iguales.

Lógicamente es en ciudad donde el Clio saca lo mejor de su motor, con una media que rondó los 4,5 l/100 km, mientras que en autopista, el consumo sube a una media de 6,6 l/100 km.

Interior: amplio y bien acabado

La calidad percibida del acabado interior sorprende de forma positiva, aunque está por debajo de lo que ofrece un SEAT Ibiza o, de forma más acusada aún, un Peugeot 208.

Cuenta con materiales atractivos y agradables al tacto, como la tapicería que cubre parte del salpicadero, aunque todavía abundan plásticos duros. Destacan también los tres controles físicos de la climatización con cada uno su pantalla, un poco al estilo de los que equipaba el añorado Audi TT.

La sensación de espacio a bordo se ve acentuada por el diseño muy horizontal del salpicadero. La posición de conducción, me ha parecido muy buena, mientras que los asientos son realmente cómodos.

El sistema de infoentretenimiento y su pantalla táctil de 9,3 pulgadas resultan más espectaculares de lo que son en realidad. El sistema es muy intuitivo, con un navegador, de serie con este nivel de acabado, fácil de usar.

En las plazas traseras, se pierde un poco esa sensación de amplitud que teníamos en las plazas delanteras. Detrás, el espacio es simplemente correcto, sin más. Un SEAT Ibiza, por ejemplo, ofrece bastante más espacio en las plazas posteriores.

En todo caso, el espacio para las rodillas en las plazas posteriores parece suficiente para los adultos, aunque midan poco más de 1,80 m, siempre y cuando no sea para un trayecto largo. En cuanto, al maletero sigue siendo de 254 litros en esta versión E-Tech, 63 litros menos que en las versiones gasolina y diésel.

Precio y rivales del Renault Clio E-Tech

El Renault Clio E-Tech probado es el tope de gama. Con un equipamiento bastante completo, en el que destaca su equipo multimedia rápido y muy intuitivo de usar con su pantalla táctil con navegación de 9,3 pulgadas, el control de crucero adaptativo o el climatizador, el Clio E-Tech Esprit Alpine cuesta desde 26.077 euros.

Las únicas opciones que propone son el pack Audio con sistema Bose y el pack City con aparcamiento automatizado y una cámara de 360º. Pero está disponible desde 22.277 euros con el acabado Evolution, más discreto, pero con un equipamiento igualmente completo.

Las alternativas híbridas a este Clio E-tech no son legión, siempre y cuando nos limitamos a una motorización híbrida completa y no una simple mild-hybrid. El Toyota Yaris 130H es la principal. Frente al superventas nipón, el Clio permite circular más tiempo en modo eléctrico y ofrece prestaciones ligeramente mejores.

En cambio, el Toyota, cuyo precio de partida es de unos 1.000 euros superior al del Clio, es ideal en entornos urbanos por su tamaño inferior y por la larga experiencia de Toyota con los híbridos que tranquilizará a los que dudan de la fiabilidad de estos sistemas.

El Honda Jazz e:HEV es sin duda la alternativa más completa al Clio. Su mecánica usa un concepto similar, pero con todavía más prevalencia del motor eléctrico. El resultado es un consumo realmente bajo que en ciudad puede ser inferior al del Clio. Ofrece una habitabilidad superior en las plazas traseras, en detrimento del maletero. Pero su principal desventaja es su precio de partida: desde 28.800 euros.

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Renault Clio E-Tech Esprit Alpine: nuestra valoración

​Con su aspecto más actual y en línea con el resto de propuestas de la marca, el Renault Clio tiene un poder de seducción intacto, al igual que la calidad de su insonorización y de su comportamiento en carretera. Pero su baza sigue siendo su motorización E-Tech. Su sobriedad, a pesar de que todavía le falta fluidez en su funcionamiento, justifican con creces la compra de este Clio. Eso sí, quizá no sea necesario optar por el caro acabado Esprit Alpine, meramente cosmético y no hacen del Clio un deportivo.