Los fabricantes están centrados en la electrificación que se han olvidado de hacer coches de gasolina sencillos y baratos, los que buscan los compradores que no quieren complicaciones y necesitan un modelo lo más barato posible para ir del punto A al punto B.
El Dacia Sandero es uno de los pocos coches que quedan de este tipo y también es el modelo más vendido en España. A partir de ahora tiene un nuevo rival: el Livan X3 Pro, un utilitario chino que pretende medirse de tú a tú con el superventas rumano.
El Livan X3 Pro hace de la sencillez su mayor virtud
Si nada cambia a lo largo de los próximos días, el Dacia Sandero será el coche más vendido en España en 2024. El utilitario rumano lleva varios años siendo el líder de ventas en nuestro país y su precio tiene mucho que ver, de hecho, es uno de los modelos más baratos del mercado, demostrando que los españoles preferimos los coches baratos y gasolina.
Tanto es así que en el Top 10 de ventas se cuelan otros coches baratos de gasolina, como el SEAT Ibiza, el MG ZS y el SEAT Arona. Curiosamente, el único coche chino del Top 10 es el MG ZS, a pesar de la avalancha de modelos que han llegado del país asiático a lo largo de los últimos años.
Lo cierto es que las marcas chinas están apostando muy fuerte por la electrificación (parcial o total) y la mayoría de sus coches de cero emisiones tienen precios muy competitivos, pero están explotando poco el nicho de los coches baratos de gasolina, dejando el camino libre a Dacia para que el Sandero arrase año tras año, porque el resto de marcas tradicionales se han olvidado de este tipo de coches.
La compañía española Grupo Invicta ha visto la oportunidad y ha decidido traer a nuestro mercado un coche chino de gasolina y barato para plantar cara al Dacia Sandero y a las versiones más accesibles del MG ZS. Se trata del Livan X3 Pro y es altamente probable que no hayas oído hablar de esta marca en la vida.
Livan Auto fue fundada en 2022 y es una de las muchísimas marcas del gigante chino Geely, dueño también de Lotus, Volvo, Zeekr o Link&Co. De momento, el único coche con el que llega Livan Auto a España es el X3 Pro, un utilitario de cinco puertas con un planteamiento similar al Dacia Sandero Stepway, por tamaño, diseño inspirado en los SUV (la altura libre al suelo es de 18,5 cm), motor y precio.
A nivel estético, tiene un diseño sencillo e incluye de serie faros LED (con la firma de Geely en su interior) o llantas de aleación de 16", aunque estas últimas están montadas en neumáticos Chaoyang, dejando claro de dónde viene el coche (es el mayor fabricante de neumáticos de China).
El X3 Pro mide 4,00 metros de largo, 1,76 metros de ancho y 1,57 metros de alto. Su distancia entre ejes es de 2,48 metros, tiene cinco plazas y, como solo pesa 1.180 kg, un peso bastante contenido para lo que se estila hoy en día, no necesita ser especialmente potente.
Utiliza un motor gasolina atmosférico 1.5 de cuatro cilindros en línea con inyección indirecta que desarrolla 103 CV y un par máximo de 140 Nm, siempre asociado a una caja de cambios manual de cinco marchas y a la tracción delantera.
Son características que parecen sacadas de un coche de la década pasada. Ese es, precisamente, el atractivo del Livan X3 Pro. Mucha gente, sobre todo, en entornos rurales donde las etiquetas de la DGT tienen poca importancia, busca un coche lo más sencillo posible, una herramienta para moverse del punto A al punto B de forma asequible, sin complicaciones a la hora de usarlo por culpa de la tecnología y con una configuración mecánica simple que, a priori, no debería dar muchos problemas. Apenas quedan coches nuevos que cumplan con esas características, por eso tiene sentido que se venda en nuestro mercado el X3 Pro.
Livan X3 Pro: así es por dentro
Con sus cinco plazas y sus 4 metros de largo, es algo más que un coche urbano, por lo que es relativamente práctico, si bien es cierto que la habitabilidad de las plazas traseras no invita a utilizarlas en largos viajes y el maletero es simplemente correcto; Livan dice que tiene 400 litros de capacidad, pero todo apunta a que este dato hace referencia a la capacidad hasta el techo. Además, lleva una rueda de repuesto debajo el maletero.
Por lo demás, el interior es sencillo, tanto en diseño como en términos de calidad. Todas las superficies son de plástico duro, por lo que la calidad, en general, es más bien justa; al menos, los ajustes son sólidos y da la impresión de que está hecho para aguantar bien el paso del tiempo.
Por otro lado, aunque la ergonomía es buena y la visibilidad también, cuesta encontrar una posición de conducción correcta, en parte, porque el volante no tiene ajuste en profundidad.
Como el equipamiento es muy sencillo, es fácil acostumbrarse a sus mandos. El cuadro es analógico y tiene una pequeña pantalla TFT en la parte central que hace las funciones de ordenador de a bordo, mientras que la pantalla táctil central, que tiene 8”, queda muy a mano y sirve para manejar un sistema multimedia muy básico, demasiado.
Tiene conexión Bluetooth y cámara de marcha atrás, pero para conectar el teléfono mediante Apple CarPlay o Android Auto hace falta un adaptador que se engancha al USB del coche. Los responsables de la marca nos han dicho que están estudiando ofrecerlo de serie e integrarlo en el propio coche para que el accesorio no moleste; sería lo suyo porque Apple CarPlay y Android Auto se han convertido en elementos imprescindibles, incluso para los conductores que buscan la máxima sencillez.
Más abajo de la pantalla, en la consola central, están los mandos del sistema de aire acondicionado. Una evidencia más de lo sencillo que es este coche es que no tiene climatizador automático, pero el aire acondicionado convencional es lo suficientemente efectivo y como se maneja a través de botones físicos, de los de toda la vida, es fácil utilizarlo. También tiene botones en el volante y sirven para controlar el multimedia y el control de crucero, que viene de serie.
Así va el Livan X3 Pro
Una vez en marcha, el comportamiento es el que se espera encontrar en un coche pequeño y barato: es fácil de conducir, pero ofrece un rendimiento discreto y el tacto de conducción es mejorable porque la suspensión es muy blanda y la dirección, además de no ser nada directa, tiene demasiada asistencia y resulta muy artificial. Es un coche para circular con tranquilidad.
La calidad de rodadura tampoco es destacable, simplemente cumple, aunque se echa en falta más aislamiento en ciertas situaciones, como en carretera, donde hace más ruido de la cuenta.
Si hablamos de prestaciones, sobre el papel, acelera de 0 a 100 km/h en 13 segundos y alcanza los 170 km/h. Son cifras respetables y lo cierto es que es posible moverse razonablemente bien en cualquier situación, incluso en autovía, pero, como el motor es atmosférico, hay que llevarlo alto de vueltas para que el X3 Pro se mueva de forma decente y eso se traduce en consumos más altos de lo que cabe esperar en un coche tan pequeño.
Como la toma de contacto fue muy breve, no puedo sacar conclusiones sobre el gasto, pero el consumo homologado es una buena referencia: 7,2 l/100 km en ciclo combinado WLTP. Es una cifra alta, más propia de un SUV C que de un modelo del segmento B y lo esperable es que, en la práctica, consuma un poco más, por lo que los 45 litros de capacidad de su depósito no deberían cundir demasiado, para recorrer alrededor de 550 km.
Precio del Livan X3 Pro
¿Y qué hay del precio? En teoría, debe ser el mayor reclamo de este coche, y lo cierto es que es barato (para los estándares actuales), pero tampoco se puede decir que sea un regalo. Su PVP al contado es de 16.995 euros y, con las ofertas actuales, está disponible desde 14.995 euros con financiación. Livan ha comunicado que tiene intención de lanzar una versión un poco más asequible el año que viene, sin tapicería de “piel sintética” y sin utilizar este mismo material en el volante.
Con el precio que tiene actualmente, el Livan X3 Pro es más caro que el Dacia Sandero. La versión básica del utilitario rumano, con el acabado Essential (algo peor equipado que el Livan), está disponible desde 13.940 euros, tanto con el motor gasolina TCe de 90 CV (menos potente que el del Livan, pero con turbo), como con el motor ECO-G de 100 CV que también tiene turbo y, como funciona indistintamente con gasolina y GLP, tiene la etiqueta ECO de la DGT. Con el acabado tope de gama, denominado Journey Go, el Sandero sigue siendo más barato que el Livan: desde 16.190 euros con el motor ECO-G de 100 CV.
Si lo comparamos con el Dacia Sandero Stepway, la versión más campera del Sandero, la diferencia entre el modelo rumano y el chino se reduce porque el Sandero Stepway Essential parte desde los 15.320 euros.
Por su parte, el MG ZS básico, con motor gasolina atmosférico de 106 CV, tiene un precio base de 17.890 euros, por lo que es más caro que el Livan, mientras que el Citroën C3 arranca en 15.240 euros con el motor 1.2 PureTech turbo de 100 CV y el acabado You.