Hace poco más de un año, Nissan introdujo su gama de vehículos deportivos Nismo en Europa. El primer modelo que llegó a las concesiones fue el Nissan Juke Nismo, un pequeño SUV deportivo basado en el exitoso Juke con una serie de cambios que deberían convertirlo en un coche más pasional que el resto de la gama.
En su momento estuvimos en Barcelona en la presentación internacional (parte 1 y parte 2), y mis primeras impresiones con el fueron muy positivas, pero ahora llegaba la hora de tener el Juke Nismo durante toda una semana para una prueba dónde hemos tratado de sacarle el máximo partido.
Estéticamente no vamos a volver a repasar uno por uno todos los detalles que le diferencian de un Juke normal. Saltan a la vista las llantas de 18 pulgadas en color negro, los faldones deportivos, el alerón trasero y la salida de escape.
Por si todo esto fuese poco, la unidad de pruebas todavía lucía en las puertas las pegatinas de Nismo. Lógico porque era el coche que ha usado Lucas Ordoñez, piloto oficial de la marca y futuro piloto del Nissan ZEOD RC en las 24 Horas de Le Mans 2014. Además este mismo coche se usó el año pasado en la presentación de la gama deportiva Nissan.
En aquel evento, mi compañero Javier Costas probó el Nissan Juke Nismo y sus sensaciones fueron completamente distintas a las que yo tuve durante la presentación internacional. El hablaba de un motor que empujaba poco, una suspensión demasiado blanda, problemas para trasladar los 200 caballos al asfalto y otra serie de deficiencias que le hicieron tildar el coche como un “no deportivo”.
Sinceramente, y aunque cada redactor tiene sus gustos, es raro que haya tantas diferencias de criterio a la hora de probar un mismo coche. Así que hablé con Nissan para darle una tercera oportunidad al Nissan Juke Nismo, en uso diario en carretera, en lugar de un circuito ratonero como el que había previsto Nissan en su momento, que tal vez no era el mejor lugar para sacarle el máximo partido y sacar conclusiones.
Alternativa real a los GTI
El Nissan Juke Nismo tiene, por lo general, un tacto muy agradable. Durante esta semana lo he usado como coche de diario, para ir de casa al trabajo, del trabajo a casa y alguna vuelta el fin de semana para disfrutar de la conducción, y os puedo asegurar que ha cumplido más que con creces con mis expectativas.
En uso diario, siempre y cuando tengamos en cuenta que estamos ante un micro-SUV y que su utilidad real en cuanto a espacio interior y habitabilidad es muy inferior a la de los SUV grandes y medios, el coche se mueve como pez en el agua en el tráfico urbano.
Es ágil de dirección y el motor ofrece un buen tacto en ciudad. Aunque sus reacciones son un poco perezosas en los primeros compases desde que arrancas, en décimas de segundo comienza a subir de vueltas con una progresividad que se rompe al pasar de 2.400 revoluciones cuando el turbo comienza a soplar y entrega los 250 Nm de par.
Se nota el empuje del turbo cuando entra en acción, principalmente porque los desarrollos de la caja de cambios son muy cortos y te obligan a jugar con la palanca de marchas constantemente. Por suerte esta está en una posición muy elevada a un palmo de distancia del volante, lo cual favorece el llevar a cabo una conducción deportiva.
Por lo demás las suspensiones son rígidas pero no incómodas para el día a día en las ciudades bacheadas. Absorbe relativamente bien las imperfecciones del asfalto siempre y cuando tengamos en cuenta que es un deportivo y no un Juke normal dónde el confort es una de las premisas principales.
Esas pérdidas de tracción de las que hablábamos en la prueba en circuito desaparecen en ciudad. El estilo de conducción cuando estás en un circuito suele ser más impetuoso que entre el tráfico urbano, al menos así debería ser. Nadie gira de una calle a otra y pisa a fondo el acelerador a la salida del ángulo, así que en uso diario e incluso llevando un ritmo alegre, salvo que el piso esté mojado, las pérdidas de tracción brillan por su ausencia.
El Nissan Juke Nismo es capaz de transmitir con relativa soltura los 200 caballos al asfalto, y no veo que haya ningún problema en este sentido. Solo deberás estar muy atento de la palanca de marchas para constantemente moverla debido a esos desarrollos muy cortos, pero eso se supone que es algo que gustará a un cliente que se compra un Nismo y quiere disfrutar de la conducción.
Los consumos en ciudad no son precisamente bajos, ya que es fácil pasar de los 10 l/100 km sin inmutarse. Si a eso unimos un depósito de combustible de sólo 46 litros, las visitas a la gasolinera son más habituales de lo que nos gustaría. Eso y la ridícula capacidad del maletero de sólo 251 litros son sus puntos flacos.
En carretera las marchas se quedan cortas
Cuando sales a carretera tipo autopista o autovía, las sensaciones del Nissan Juke Nismo siguen siendo más que aceptables. No es un coche para viajar, para nada es ese su planteamiento. Es un coche de uso urbano que permite ciertas alegrías cuando te escapas de la ciudad.
En carretera y autovía su comportamiento es bueno, el aplomo general del coche es más que satisfactorio y personalmente sólo le he encontrado un fallo en los recorridos de la caja de cambios, demasiado cortos.
Incluso en quinta y sexta, es habitual llevar el coche por encima de los regimenes recomendables para hacer una conducción lógica y relativamente eficiente. No está pensado para viajar, pero aun así se agradecería una sexta que hiciese descansar al motor 1.6 turbo y a nuestro bolsillo.
Es por ello que en carretera, los consumos se van con facilidad mucho más allá de los 5,6 l/100 km que declara Nissan, y se acercan más a los 8 que a la cifra oficial. Sin duda estos son los puntos débiles de este conjunto que por lo demás ofrece un tacto más que válido, una sonoridad interior muy reducida y un confort de marcha más que notable para tratarse de un SUV deportivo de tamaño tan pequeño.
Continuará...