A pesar de que parece un cuadriciclo, se trata de una bicicleta eléctrica de cuatro ruedas, una alternativa concebida para aquellas regiones donde la lluvia es protagonista. Su nombre es DryCicle y se autodenomina como bicicleta a pedales con asistencia eléctrica. Pero lo más llamativo es que dispone de carrocería, manteniendo a su ocupante más seguro y a salvo de las inclemencias del tiempo.
La electromovilidad tiene muchas posibilidades. Así, últimamente nos hemos encontrado propuestas como este prototipo de patinete eléctrico de tres ruedas todo terreno llamado YX One o el quad confirmado por Tesla, que desarrollará como accesorio de su pick-up eléctrica Cybertruck. En el universo de las bicicletas eléctricas también han entrado marcas de motos como Harley-Davidson o la italiana Ducati, que ya dispone de hasta cuatro modelos diferenciados.
Así, la DryCicle, que llega desde Inglaterra, se suma a estas opciones y se distingue por su original planteamiento, siguiendo la estela de cuadriciclos eléctricos como el Renault Twizy, pero adaptados a una bicicleta y salvando las obvias distancias. Su precio, eso sí, es más elevado que el de las bicicletas eléctricas convencionales: se comercializa por 14.995 libras (unos 17.531 euros al cambio actual).
La bici que quería ser un coche, con marcha atrás incluida
La DryCicle se conduce como cualquier bicicleta eléctrica, a pedales, aunque cuenta con un motor eléctrico que asiste a la pedalada en ascensos o en aquellas circunstancias que se demande una potencia mayor. Éste ha sido desarrollado por el fabricante japonés especializado en componentes de bicicletas Shimano y permite a la DryCicle alcanzar una velocidad máxima de 25 km/h, ofreciendo hasta 80 Nm de par.
El 'manillar' queda dividido en dos palancas estilo joystick (una para cada mano), ambas equipadas con una maneta de freno, y en vez del convencional sillín de bici nos encontramos con nada menos que un asiento estilo baquet, con un arnés de cuatro puntos, que puede ajustar su posición respecto a los pedales así como la inclinación de su respaldo.
Su chasis es tubular de aluminio y también dispone de una jaula antivuelco en idéntico material. Por su parte la carrocería es de plástico de alta resistencia (ABS) y la cúpula superior, que se abre por completo para acceder al habitáculo, está concebida en policarbonato. En total, mide 2,1 metros de largo, 1,5 de alto y 0,9 metros de ancho.
Además, dispone de una caja de cambios con hasta tres posiciones: marcha adelante, marcha atrás y neutra. Así, la DryCicle asegura una óptima maniobrabilidad sobre todo en caso de querer circular marcha atrás, ya que no podremos poner los pies en el suelo y 'tirar' hacia atrás como permiten las bicis convencionales. Independientemente del modo seleccionado, siempre se pedalea hacia delante. El conjunto se completa con una suspensión, que es independiente en el eje delantero y de brazo en el trasero.
Esta DryCicle dispone además de una pequeña zona de carga tras el asiento, para guardar una mochila, maletín o similar, un display digital en el salpicadero (que indica entre otras cosas la velocidad o la carga de baterías) que también permite integrar un teléfono inteligente para que haga las veces de navegador.
Tampoco le faltan las luces: dispone de faros LED delanteros, con posiciones de cruce y carretera, intermitentes, luz de freno y de marcha atrás. En total llegan a las 20 ópticas repartidas por toda su fisonomía. Una batería de 250 Wh alimenta la misma y sus sistemas eléctricos (como el de apertura), mientras que otras dos de 500 Wh hacen lo propio con el motor.
Y es que, ojo, porque esta bici se abre y se cierra a distancia automáticamente mediante un pequeño mando de control remoto, aunque también puede hacerse desde el móvil a través de una app. Aquellos que estén interesados en hacerse con sus servicios, pueden resevarla en su web oficial, previo pago de 50 libras (cerca de 58,45 euros).
Fotos: DryCicle.
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