Estados Unidos es uno de los países en los que el paro y la pobreza más se dispararon con la llegada de una pandemia que Donald Trump nunca se tomó en serio. Ante la magnitud de la crisis -en abril se destruyeron de golpe 20,5 millones de puestos de trabajo- el presidente republicano lanzó el Programa de Protección de Nóminas (PPP por sus siglas en inglés) para rescatar con 350.000 millones de millones de dólares a pequeñas y medianas empresas.
En este escenario, un hombre ha sido detenido en Miami por usar parte de una jugosa ayuda de 3,9 millones de dólares para comprarse un Lamborghini Huracán EVO por 318.000 dólares.
Había solicitado 13,5 millones de dólares
El acusado, David T. Hines y residente en Florida, presentaba un balance negativo de 30.000 dólares en su cuenta antes de pedir el préstamo, según ha comunicado en una nota de prensa la Fiscalía estadounidense. Con 29 años, es supuestamente dueño de varias empresa de mudanzas, aunque todavía no han dado con ellas.
Su suerte cambió cuando recibió casi cuatro millones de dólares procedentes del fondo estatal de rescate, y una semana después ya conducía por Miami Beach con su nuevo Lamborghini, registrado a su nombre y al de su compañía.
También adquirió bienes de lujo en tiendas y se hospedó en hoteles en Miami Beach, pero no se encargó de las nóminas de sus empleados, según el Departamento de Justicia.
El Huracán EVO es uno de esos coches que dejan sin aliento. Con una velocidad máxima de 325 km/h, hace el 0 a 100 km/h en 2,9 segundos gracias a sus 640 CV.
Considerado como la evolución del V10 de mayor éxito de la Casa Lamborghini, el proceso de compra de uno de estos superdeportivos es de todo menos sencillo, a no ser que seas un cliente fiel a la marca o puedas pagar casi al contado el modelo (y puede que este fuera el caso del acusado).
A pesar de la elevada suma que se le concedió, Hines había solicitado nada menos que 13,5 millones de dólares en préstamos PPP a través de solicitudes a una institución financiera asegurada en nombre de diferentes compañías. Las solicitudes se basaban en declaraciones falsas y datos engañosos sobre los gastos y la salud de la empresa del detenido.
Las autoridades confiscaron el deportivo y 3,4 millones de dólares en cuentas bancarias al momento del arresto. A Hines se le acusa de fraude bancario, hacer declaraciones falsas a una institución financiera y de participar en transacciones en ganancias ilegales.
Tras este suceso, es más que probable que la firma italiana no esté nada contenta, pues a una marca que vende coches de superlujo no le suele interesar que se vincule su imagen con actitudes irresponsables al volante, con escándalos e incluso con accidentes.
Un programa de ayudas que acumula varios fraudes
El PPP permite que las pequeñas empresas y otras organizaciones estadounidenses reciban préstamos con un vencimiento de dos años y una tasa de interés del 1 %. Las empresas -cuyos nombres no se hacen públicos- deben utilizar los ingresos del préstamo para los costos de nómina, intereses sobre hipotecas, alquileres y servicios públicos.
Desde luego no para comprar deportivos de lujo. Según explica The Washington Post, el de Hines no es ni por asomo el único caso de fraude que afecta al programa de ayudas.
Los fiscales federales han presentado numerosos casos de este tipo, uno de ellos similar al que nos ocupa. La estrella de televisión y propietario de una empresa de camiones Maurice "Mo" Fayne gastó sus fondos para comprar, supuestamente, un Rolls-Royce y 85.000 dólares en joyas.
Actualmente Estados Unidos encabeza las estadísticas de contagios a nivel mundial, con más de 4,2 millones de casos, cerca de 150.000 muertes y un sistema sanitario que discrimina además a aquellos que no cuentan con un seguro médico.
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