Hay veces que el destino, las circunstancias y la mala suerte se van de juerga juntas y acaba la cosa mal por partida doble (como empotrar tu Porsche Taycan contra tu Porsche Macan al salir del garaje).
La última consecuencia de esta 'juerga' nos la hemos encontrado en Washington D.C, donde una repartidora Uber Eats ha comprobado lo que se siente cuando te roban dos coches en cuestión de minutos. Pudo recuperar uno de ellos, pero estaba lleno de agujeros de bala.
Según se ha hecho eco NBC Washington, la mujer se encontraba comprando en un supermercado cuando le robaron el Hyundai que solía conducir para Uber Eats. Tras el primer robo, los ladrones solo tuvieron que seguir el rastro cual migas de pan: dentro estaban las llaves de su segundo coche, un Lexus, junto documentación que indicaba su dirección.
A los 15 minutos de llevarse el Hyundai, los ladrones llegaron a casa de la víctima y también robaron su coche personal. Por suerte o por desgracia, la propietaria pudo recuperarlo, pero no le salió barato. Casi dos semanas después recibió una carta de una empresa de grúas indicando que su Lexus llevaba varios días en un depósito municipal, y eso en EEUU significa desembolsar mucho dinero.
NBC Washington vídeo.
Para recuperarlo le pedían 463 dólares por gastos de almacenamiento, y solo cuando hubiera pagado le explicarían el estado en el que se encontraba el coche.
Pero lo mejor estaba por llegar: cuando fue a recogerlo, el lateral del vehículo estaba cubierto de agujeros de bala de un tamaño significativo. En el interior la cosa no mejoraba: encontraron casquillos de bala, basura y restos de droga. Ante tal escenario, la mujer decidió llamar a la policía y no volver a conducir el coche. Es lógico.