Cuando me bajo de un avión en un país nuevo me encanta empaparme de los pequeños detalles, que son al final los que nos diferencian. En casi todos la publicidad de los aeropuertos suele ser de compañías de telefonía, o quizás algo de turismo local.
En Suiza, no. Cuadno pisé el aeropuerto de Ginebra me llamó la atención que toda la publicidad era de banca privada, ni resto de Vodafones. Esa no es la única diferencia: los relojes del aeropuerto son Rolex.
El nivel de vida modifica los hábitos de comportamiento. Lo que resulta una anécdota en un aeropuerto se convierte en obsesión enfermiza en las manos de un diseñador. Es la única explicación que le encuentro a esto.
Se denomina Mercedes SLR McLaren 999 Red Gold Dream (sueño de oro rojo), lo ha fabricado un tal Ueli Anliker y ha costado unos 3,3 millones de euros. Este precio viene del coche (nuevo cuando se vendía rondaba los 600.000 euros), la preparación con oro de 24 kilates (¿Aligerar el peso? ¿Pero de qué estáis hablando?) y la potenciación a 999 caballos aproximadamente.
Desde luego su creador se ha debido de quedar bien a gusto. Quizás algún día se pueda considerar una obra de arte, hoy en día no lo creo.
Vía | autoblog.nl
Más información | anliker-ueli.ch, Jalopnik
