El Grupo Stellantis, uno de los principales fabricantes de coches del mundo, reitera su advertencia al Gobierno del Reino Unido: si éste no toma medidas urgentes para estimular la demanda y flexibiliza su objetivos de vender sólo eléctricos de batería de cara a 2030, “habrá consecuecias”, dice la máxima responsable de Stellantis en el Reino Unido.
Maria Grazia Davino ha avisado de que, de no tener más respaldo gubernamental, Stellantis podría detener la producción en sus plantas en Inglaterra. La decisión final podría comunicarse “en menos de un año”.
El futuro de Stellantis en el Reino Unido, en jaque
En una conferencia de la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Automóviles (SMMT) celebrada en Londres, la Directora General de Stellantis en el Reino Unido, Maria Grazia Davino, ha aumentado la presión sobre los ambiciosos objetivos de electrificación que podrían poner en jaque a la industria automovilística de la región. “Stellantis UK no se detiene, pero la producción de Stellantis en el Reino Unido podría detenerse”, sentenciaba.
Al igual que la UE, Reino Unido sigue con sus tira y afloja con el coche eléctrico. Después de retrasar la prohibición de vender coches nuevos con motor de gasolina o diésel de 2030 a 2035, hace unos meses el gobierno británico decretó que los fabricantes de automóviles estaban obligados a que el 22 % de sus nuevas ventas de coches sean cero emisiones en 2024 (el 70% en el caso de las furgonetas).
Fue el primer país en proponer un plan tan ambicioso y drástico, que pasa por subir el objetivo al 28 % de eléctricos vendidos para 2025, el 33 % para 2025, el 38 % para 2027, el 52 % en 2028, el 66 % en 2029, el 80 % en 2030… y, por último, el 100 % en 2035, año en que se prohibirá incluso la venta de coches híbridos nuevos. Los híbridos (y microhíbridos) quedan fuera.
Sin embargo, las cuentas no salen, pues según la SMMT, hasta mayo, los eléctricos puros representaban sólo el 16.1 % de las ventas.
Maria Grazia Davino, directora general de Stellantis en el Reino Unido, ha indicado que, en plena desaceleración de la demanda de eléctricos en su mercado, Stellantis “se vería obligada a ofrecer grandes descuentos para cumplir con los objetivos” y evitar multas de hasta 15.000 libras esterlinas por coche eléctrico que no hayan vendido. “Habrá consecuencias, con seguridad”, afirmó.
“Stellantis U.K. no se detiene, pero la producción de Stellantis en el Reino Unido podría detenerse”
Davino además insiste en que “Stellantis U.K. no se detiene, pero la producción de Stellantis en el Reino Unido podría detenerse”. A pesar de que todavía existen incentivos fiscales en el Reino Unido para que las flotas corporativas adquieran vehículos eléctricos, no hay subsidios para que los consumidores compren estos vehículos, que son más caros que sus equivalentes de motor de combustión interna.
Pero, en lugar de pagar importantes multas, Stellantis también podría optar por importar menos modelos de motor de combustión interna al Reino Unido para reducir las ventas y alcanzar el objetivo del 22 %, dijo Davino.
En este sentido, otros fabricantes como Ford, también han apuntado a que restringirán las ventas de vehículos con motor de combustión en el Reino Unido en lugar de impulsar las ventas de vehículos eléctricos para cumplir con los objetivos.
Por el momento, Stellantis ha pedido al gobierno británico que proporcione incentivos fiscales para los consumidores y mejore la infraestructura de carga, y que la producción de vehículos eléctricos de la compañía en el Reino Unido cuente para sus objetivos, a pesar de que algunos de ellos se exportan.
Stellantis opera las líneas de Vauxhall, Peugeot, Citroen, Opel y Fiat en Ellesmere Port y Luton. La planta de Ellesmere Port fue la primera fábrica en el Reino Unido en producir vehículos eléctricos de batería a gran escala, produciendo furgonetas para varias de sus marcas.
Además, la planta de Luton tenía previsto comenzar a fabricar furgonetas eléctricas en 2025. “La demanda no está llegando. Esperamos que el gobierno, sea quien sea, responda a esto”. Estos comentarios se producen en un momento crucial, ya que el Reino Unido se dirige a elecciones generales el próximo 4 de julio.
Tanto el actual Partido Conservador como el Partido Laborista han mostrado disposición a mantener los objetivos actuales de ventas de vehículos eléctricos, lo que añade más incertidumbre al futuro de la industria automotriz en el país.
Stellantis vendió casi 216.000 eléctricos nuevos en el Reino Unido el año pasado, representando aproximadamente el 11 % del mercado total (incluyendo más de 100.000 bajo la marca Vauxhall). La amenaza de cierres de fábricas sin duda ejercerá presión sobre el próximo gobierno para que proporcione a los fabricantes de automóviles más margen de maniobra en los objetivos de electrificación y mayores incentivos para estimular la demanda.
De nuevo, la situación subraya el desafío que implica tratar de equilibrar los ambiciosos objetivos de movilidad gubernamentales con la realidad del mercado y la viabilidad económica de sus industrias clave.