Se lanzó como una bomba el año pasado, cuando nadie podía imaginarse que después del punto álgido de la pandemia podríamos tener una guerra en Europa. Pero el escenario económico y político hizo congelar los pasos en firme para implantar un modelo de pago por uso en las vías de alta capacidad para 2024.
Desde el Gobierno han reconocido que "no es el momento de aplicar peajes en las autovías", un complejo modelo que sigue sometiéndose a debate.
En declaraciones a la Sexta, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez ha explicado que, aunque España tiene una red viaria con un coste de mantenimiento "muy importante" que se sufraga con dinero público, el debate sobre instaurar un modelo de pago por uso se debe abrir:
"Se están estudiando las diferentes alternativas pero será un sistema que necesitará del consenso de las administraciones, grupos políticos y sectores afectados", ha explicado Sánchez.
Y ha zanjado: "No parece que sea el momento político para aplicar estas medidas".
De momento se ha encargado a la consultora pública Ineco la elaboración de nueve informes para valorar un nuevo sistema de financiación de las vías de alta capacidad.
Lo cierto es que el plan original que se envió a Bruselas contempla la aplicación para 2024 de, o bien, el pago por uso -una tarifa determinada por circular por una carretera dada o tramo- o el de viñeta -una especie de tarifa plana por tiempo de uso diaria, semanal, mensual o anual-.
Y recordemos que a finales de 2023 hay elecciones generales, e implantar una medida tan impopular, pero que podría dar solución a la deficiente falta de inversión en la infraestructura, sería pagar un alto precio político.
Por otro lado, el plan es ya un compromiso ante Europa para reducir la contaminación por tráfico rodado, hacer efectivo el pago proporcional por uso y cumplirlo además en el plazo establecido: 2024.
Todo apunta a que no será así.