Según el último estudio de BloombergNEF (la rama de Bloomberg especializada en nuevas energías), en 2030 los vehículos eléctricos superarán en ventas a los de motor de combustión interna y para 2040, los coches eléctricos representarán el 57% de las venta de coches nuevos y el 81% de los autobuses eléctricos en todo el mundo. Es decir, se confirman las predicciones de un futuro basado en la movilidad eléctrica. Pero el informe apunta también a que China saldría ganando. Ya no por simple volumen de venta, sino porque estaría en una posición dominante en términos de abastecimiento de materia prima para la fabricación de las baterías.
En 2018 se vendieron más de dos millones de coches eléctricos en todo el mundo y se espera que estos vehículos superen en ventas a los de combustión interna a partir de 2030. Según el reciente informe “Electric Vehicle Outlook 2019” de BloombergNEF, las ventas de coches eléctricos alcanzarán las 10 millones de unidades en 2025 y tan solo cinco años más tarde llegarían a las 28 millones de unidades. Para 2014, las ventas alcanzarían las 56 millones de unidades.
La consecuencia es una caída de las ventas de coches de gasolina y diésel. De representar 85 millones de unidades vendidas en 2018, serían tan sólo 42 millones en 2040. Y esas ventas se harían sobre todo en los países emergentes.
China seguirá siendo el primer mercado mundial para coches eléctricos
Para los autores del estudio, China seguirá siendo líder en ventas de coches eléctricos. En 2025, el 48 % de las ventas de coches eléctricos se realizarán en China, aunque en 2040 predicen que la cuota de China pasará a ser del 26 %, cuando Estados Unidos y Europa hayan recuperado su retraso. Europa se impondrá como el segundo mercado mundial para coches eléctricos, relegando Estados Unidos al tercer puesto.
El creciente mercado de los coches eléctricos no es una progresión natural. Los gobiernos chinos y europeos han promovido por activa y por pasiva este tipo de vehículos. Eso sí, en China empezaron hace un par de décadas, mientras que Europa decidió hace unos años que 2021 sería el año del cambio.
En China, el gobierno no solamente se ubvenciona la compra de coches eléctricos con hasta 8.500 euros, además de otros privilegios, también se obliga a los fabricantes locales y extranjeros a producir al menos un 10 % de coches de bajas emisiones, ya sean 100 % eléctricos o híbridos enchufables. De lo contrario, se enfrentan a multas millonarias.
Recientemente China derogó la obligación para los fabricantes extranjeros de tener un socio local a altura del 51 % si querían producir en China. Los fabricantes extranjeros aplaudieron, pero al mismo tiempo se impuso la obligación de producir localmente coches eléctricos. Algunos fabricantes, como Tesla o BMW, apuestan por producir in situ modelos propios, mientras que otros simplemente se asocian con un fabricante local y producir el coche chino para eludir las multas. Una situación que a corto plazo favorece a China.
En Europa, la obligación para los fabricantes de conseguir una media de emisiones de CO2 de 95 g/km para el conjunto de sus ventas, les obliga a apostar por una electrificación forzada. Y es que aunque esa media luego se pondere con la media del peso de los coches (es decir, no será exactamente 95 g/km), es casi imposible para una flota con motores de combustión conseguir esa media.
Por otra parte, Estados Unidos es desde 2018 el primer productor mundial de petróleo (y si sigue a este ritmo, dentro de cuatro años podría exportar más crudo que Arabia Saudí) por lo que a nivel federal no tienen prisa por incentivar el coche eléctrico. Aunque esto podría cambiar, ya que las autoridades de California amenazan con prohibir la venta de coches de gasolina y diésel en su estado.
Recordemos que cada estado tiene competencia sobre la homologación y circulación de los coches. California es el primer mercado estadounidense y siempre ha conseguido que todos los fabricantes que quisieran vender significativamente en Estados Unidos terminasen haciendo coches al estándar de California, ya que tradicionalmente es el más severo de los 50 estados. Dicho de otro modo, pueden hacer que Estados Unidos apueste de facto por el coche eléctrico.
Las consecuencias del auge del coche eléctrico
El cambio de un modelo de movilidad de coche con motor de combustión interna hacia el coche eléctrico impactará de manera significativa a las industrias del petróleo, la electricidad y las baterías. Para Bloomberg, los coches eléctricos supondrán el 6,8% del consumo eléctrico global en 2040. La demanda de baterías para coches eléctricos también subirá como la espuma. En 2019 fue de 151 GWh, pero se espera que sea de 1.748 GWh en 2030.
¿Qué importancia tiene que China sea el primer mercado mundial de coches eléctricos? El abastecimiento en baterías y en materias primas para la fabricación de las celdas de baterías, que precisa muchos metales raros, podría ser un problema para Europa y Estados Unidos. Tesla prevé una escasez mundial de minerales que son clave para fabricar las baterías de los coches eléctricos.
China saldría entonces ganando. Sirva de ejemplo el caso de Ganfeng Lithium Co., uno de los mayores productores de litio mundial, ha firmado un acuerdo con el grupo Volkswagen para proveer al fabricante alemán en litio para los próximos 10 años. Ganfeng Lithium Co. ya es proveedor de Tesla, BMW y del fabricante de baterías LG Chem.
Evidentemente, eso es si los fabricantes europeos y estadounidenses se mantienen de brazos cruzados. Y no es el caso. Europa, por ejemplo, ya está empezando a recuperar su retraso en la fabricación de baterías con iniciativas como las de Northvolt, Daimler, Volkswagen o la de PSA vía Opel y Saft (fabricante de baterías galo propiedad de la petrolera Total). Y no es solo una cuestión de fabricación de baterías. El abastecimiento en metales raros ya no será tan prioritario, siguiendo el ejemplo de Honda, BMW o Toyota que trabajan para librarse de esa dependencia.
La tecnología también puede dar un vuelco a la hegemonía china y dársela a Japón u occidente. De momento, China domina el mercado de la fabricación mundial de baterías de iones de litio, pero algunos fabricantes nipones y occidentales, como Ford, están trabajando en el desarrollo de baterías de estados sólido. Éstas, más seguras y con una mayor densidad energética liberarían a su creador de la dominación china. Toyota, es actualmente, el fabricante que más cerca está de conseguirlo. Se habla del primer coche eléctrico de Toyota con una batería de este tipo para 2022.