China realizó una intervención sin precedentes en el mercado mundial del petróleo. Puso en el mercado por primera vez crudo de su reserva estratégica con el objetivo explícito de llevar los precios del petróleo a la baja.
El anuncio se produce en medio del aumento de los costes energéticos en China, no sólo del petróleo sino también del carbón y del gas natural, y de la escasez de electricidad en algunas provincias que ha obligado a algunas fábricas a reducir la producción.
En su comunicado, la Administración Nacional de Alimentos y Reservas Estratégicas, dijo que el país había recurrido a sus gigantescas reservas de petróleo para "aliviar la presión del aumento de los precios de las materias primas".
Además, China considera que una rotación "normalizada" del crudo en las reservas estatales es "una forma importante de que las reservas desempeñen su papel en el equilibrio del mercado", lo que indica que puede seguir liberando barriles.
La agencia dijo que poner el crudo de la reserva nacional en el mercado a través de subastas abiertas ayudaría a “estabilizar mejor la oferta y la demanda del mercado nacional".
"La explotación de las reservas de crudo por parte de China es una gran noticia y debería suponer un gran alivio para las refinerías y las empresas químicas chinas", afirmó Edward Moya, analista de mercado senior de Oanda, a Reuters.
Trasfondo de crisis energética
Y es que China se está enfrentando a una crisis energética con precios al alza, no solo del petróleo, también del carbón y el gas natural. Esto provocando un incremento del coste por consumo de la electricidad en hogares y en empresas. Además, en algunas provincias hay apagones por falta de suministro que está afectando al sector industrial.
Y esto, a su vez, tiene una influencia en sus exportaciones. Si a ello le añadimos la crisis de los microchips, también afecta a la industria europea, muy dependiente de china para los componentes que conforman un producto final.
Estados Unidos también ha metido mano a sus reservas estratégicas. Las reservas de crudo de Estados Unidos disminuyeron en 1,5 millones de barriles en la semana hasta el 3 de septiembre, según los datos del gobierno, mucho menos que la reducción de 4,6 millones de barriles prevista por los analistas.
Aun así, existe el riesgo que las reservas bajen demasiado, lo que tendría un efecto rebote y volvería a llevar los precios hacia arriba con el fin de reabastecer las reservas estratégicas. En todo caso, ni China ni Estados Unidos parecen querer que el precio de barril vaya más allá de los 70 o 75 dólares.
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