Con la proliferación de los coches eléctricos, híbridos o híbridos enchufables, cada vez es más común que los automóviles solo dispongan de cambio automático.
Por ello, hace tiempo que existe un carnet de conducir específico para coches automáticos. Básicamente es una variante del carnet B para turismos, pero únicamente permite conducir automóviles equipados con este tipo de transmisión.
Te contamos sus particularidades, cómo puedes obtenerlo y cuáles son sus ventajas o inconvenientes.
¿Qué es un coche automático?
Un coche automático, como bien recoge la normativa que regula los permisos de conducción en España, es aquel que no va equipado con pedal de embrague y caja de cambios con marchas.
A día de hoy en el mercado encontramos una amplia variedad de cajas automáticas que pueden equipar los coches: si se obtiene este carnet específico se podrá conducir un automóvil equipado con cualquiera de ellas.
- De doble embrague: disponen de varias marchas y dos embragues mecánicos, ofreciendo un comportamiento cercano a los coches manuales. De hecho, suelen contar con modo manual para poder cambiar de marcha mediante las levas del volante o la palanca de cambios.
- Robotizadas: también disponen de marchas, pero con un embrague electrónico que va gestionado por una centralita, asimismo permiten pasar a modo manual.
- CVT: las cajas de transmisión de variación continua son bastantes prolíficas en coches híbridos y electrificados, por ejemplo son santo y seña de las marcas japonesas. Han mejorado bastante y ofrecen relaciones simuladas, pudiendo tener incluso ocho.
- De convertidor de par: son las cajas automáticas más tradicionales y, como su nombre indica, disponen de un convertidor de par que realiza la conexión entre la transmisión y el motor. A día de hoy suelen tener hasta seis relaciones y también han evolucionado bastante para dar una mejor respuesta.
Respecto a un coche con caja manual, supone perder el pedal del embrague, por lo que su conducción es más sencilla, ya que solo tendremos que centrarnos en acelerar y frenar o, en caso de maniobra, jugar entre las posiciones de marcha adelante y marcha atrás.
Además, resultan muy cómodos por ejemplo en atascos o ciudad, que es dónde más solemos abusar del embrague y de cambiar entre marchas debido a las habituales detenciones.
No obstante, las cajas automáticas también tienen desventajas: la principal que en caso de avería son más costosas que las manuales debido a su mecanismo más complejo.
En un cambio automático, las únicas posiciones de la palanca son P (Parking o aparcado), D (Drive o marcha hacia delante), N (Neutro o punto muerto) y R (de Reverse, es decir marcha atrás). Si tiene opción manual, normalmente se indica con la S (Secuencial), estando junto a la D.
¿En qué se diferencia del permiso B de coche?
La licencia para conducir coches automáticos es en esencia el carnet B pero, si escogemos esta modalidad solo podremos circular con automóviles, o los vehículos permitidos en este permiso, que equipen caja automática.
Por el contrario, si optamos por el carnet B tradicional, podremos circular tanto con cajas manuales como automáticas. Esto es así por la mayor complejidad que supone operar sobre el embrague, a lo que enseñan en las clases prácticas en la autoescuela.
Si se obtiene el permiso B para coches automáticos, en el carnet aparecerá reflejado una clave: el código 78. Así, de cara a las autoridades, administración o posibles trámites sabrán que solo se es apto para circular con un coche automático.
Cómo sacarse el carnet de coche automático
A día de hoy, un buen grueso de autoescuelas ofrecen esta modalidad. Y dado que este permiso es prácticamente igual al B, los pasos para obtenerlo son los mismos: hacer una prueba teórica y otra práctica.
El examen teórico para el carnet de coches automáticos es idéntico al general B. Consta de 30 preguntas tipo test, con tres posibles respuestas, y evalúa temáticas referentes a la circulación (señales, prioridades, tipos de vía, velocidades máximas etc.) así como de los elementos del coche y su manejo (luces, maniobras, tecnología, mecánica etc.) o de seguridad vial.
Así, la diferencia la encontramos tanto en las clases prácticas como en la prueba a superar ya que en este caso se conducirá un coche dotado de cambio automático.
¿Cuáles son los requisitos? Los mismos que para sacarse el permiso B: haber cumplido los 18 años (el teórico se puede obtener a los 17 años, pero el práctico exige esta edad mínima), DNI (o NIE o tarjeta de residencia) y superar un test psicotécnico.
¿Es más caro? Sí, esta modalidad suele ser más costosa que el permiso B convencional debido esencialmente a que los coches con este cambio no solo son más caros sino que también sus averías pueden ser más costosas. Así, las autoescuelas se curan en salud elevando el precio para las clases prácticas con estos automóviles.
Las tasas para presentarse a esta modalidad del carnet B son las mismas: 94,05 euros (tasa 2.1 de Tráfico). Y también incluye varias oportunidades.
¿Todas las autoescuelas ofrecen esta modalidad? No, pero cada vez es más frecuente. No obstante, dado que la demanda del carnet B tradicional sigue siendo mayor, la disponibilidad de coches automáticos suele ser más reducida y traducirse en una mayor espera para las clases prácticas.
¿Qué pasa si tengo el carnet de coche automático y circulo con uno manual?
Si se ha optado por este tipo de carnet específico no se podrá circular nunca con un coche con cambio manual, ya que la DGT entiende que no se cuenta con la formación adecuada para conducirlo. Recuerda que en este tipo de permisos, el carnet incluye el código 78, que indica que solo se es apto para circular con este tipo de vehículos.
Circular con un vehículo sin tener el permiso de conducir que le correponde supone cometer una infracción muy grave, tal y como contempla la Ley de Tráfico en el punto k) del Artículo 77.
Se castiga con 500 euros de multa, pero además está entre las infracciones que restan puntos del carnet: cuatro puntos en concreto.
De igual manera, si tenemos un percance o accidente con un coche con cambio manual, el seguro no se hará cargo de los gastos ya que estaremos transgrediendo las condiciones de la póliza.
En definitiva, si optamos por esta modalidad, debemos tener claro qué siempre vamos a tener que conducir un coche de cambio automático: ya sea el nuestro propio o no. Y esto incluye un automóvil o vehículo de alquiler (que suelen ser más caros) o de uso compartido.