Recientemente, un robotaxi de Waymo que operaba en San Francisco (EEUU) ha protagonizado un desafortunado incidente que ha vuelto a poner sobre la mesa los enormes desafíos que todavía enfrenta la conducción autónoma, pese a los avances en los últimos años con esta tecnología.
Hablamos de un Jaguar I-Pace que operaba en modo autónomo (aunque con un conductor de seguridad en su interior) que, a pesa de haber identificado correctamente a un perro pequeño que se cruzó en su camino, “no pudo evitar” atropellarlo. El perro no ha sobrevivido.
El atropello del perro “fue inevitable”, según la compañía
El incidente, como puede verse en el informe reportado ante el Departamento de Vehículos Motorizados de California (EEUU) tuvo lugar el pasado 21 de mayo, cuando el robotaxi de Waymo (en este caso, un Jaguar I-Pace) operaba en modo autónomo por una calle de San Francisco (EEUU), con un conductor de seguridad en su puesto.
Entonces, un perro pequeño salió corriendo hacia la carretera y se cruzó en la trayectoria del coche que, aunque identificó automáticamente al animal según la propia Waymo, ni el coche ni el conductor de seguridad pudieron evitar golpearlo. Tras el atropello, el perro no sobrevivió.
Esta tecnología en teoría se ha diseñado para que no cometa errores, pero en este caso puede que si el perro salió de la nada no hubiera tiempo físico de reacción y, probablemente, el resultado habría sido el mismo si el robotaxi no hubiera ido operando en modo autónomo.
En un comunicado que emitió la compañía tras el incidente, Waymo asegura que “la investigación está en curso, pero la revisión inicial confirmó que el sistema identificó correctamente al perro, que salió corriendo de detrás de un vehículo aparcado, pero no pudo evitar el contacto”.
“Enviamos nuestro más sentido pésame al propietario del perro. La confianza y la seguridad de las comunidades en las que estamos es lo más importante para nosotros y seguimos investigando este asunto por nuestra parte”, añaden.
Pese a que este accidente quizá podría no haberse evitado, sólo es el último de una larga lista de incidentes que ha disparado la tensión entre las empresas de coches autónomos y los habitantes de San Francisco en los últimos meses.
Y es que los vehículos autónomos que operan en la zona se han visto envueltos en innumerables atropellos (algunos con fuga), han llegado a retrasar a los servicios de emergencia y un largo etcétera de situaciones que siguen demostrando que aún les queda mucho por aprender.
Ante la falta de avances sustanciales de las compañías de robotaxis para mejorar estos sistemas antes de seguir expandiéndose, las autoridades de San Francisco, cansadas de estos incidentes, se preparan para imponer restricciones y condiciones de uso a unos vehículos que no pueden prohibir por ley.
We’re partnering with Uber to bring fully autonomous driving technology to even more people as we continue to scale. Later this year, Phoenicians will be able to use Waymo directly via the Uber app. 🤖🚘🏜️ https://t.co/EwOQMvs0aa pic.twitter.com/N8OVsOyc3i
— Waymo (@Waymo) May 23, 2023
Mientras tanto, Waymo sigue inmersa en sus planes para ampliar sus servicios en EEUU. Y es que además de operar en San Francisco (donde también están presentes los robotaxis Cruise, de General Motors), la empresa ya ofrece sus servicios de taxi autónomo en Los Ángeles y Phoenix y tiene planes para hacer lo propio en Nueva York.
