España ha entrado en la lista de los 23 países en los que se impondrá el coche eléctrico

Todas las nuevas tecnologías tardan un tiempo en imponerse. Primero sólo unos pocos la adoptan, luego parece que esa tecnología no termina de convencer y de repente, una vez superan una determinada cuota de mercado, su crecimiento es exponencial.

Es lo que está pasando con el coche eléctrico. Y según un estudio de Bloomberg, ya hay 23 países en el mundo, entre ellos España, donde el crecimiento del coche eléctrico sería ya imparable.

La llegada de una nueva tecnología desconocida para la mayoría de los usuarios, que requiere una infraestructura dedicada y con precios elevadísimos en su fase inicial hace que al principio de su vida tenga pocos clientes.

Pasó con la telefonía móvil de 1983 con el lanzamiento de los voluminosos y caros terminales de Motorola, que sólo un Gordon Gecko se podía permitir, hasta la llegada del nuevo siglo, momento en el que casi todo el mundo empezó a tener un teléfono móvil, ya que lo “regalaban” con el contrato.

Con el coche eléctrico estaría pasando lo mismo, según el estudio del medio económico. Actualmente estaríamos en una fase en la que parece haber tocado techo. La mayoría de marcas acumulan stock de coches eléctricos sin vender, los anuncios de segunda mano están llenos de eléctricos matriculados para dar salida al stock y alguna marca reconoce que la demanda no es la que esperaban.

El coche eléctrico ya no tiene vuelta atrás en 23 países

Aun así, para Bloomberg, en 23 países ya se habría superado ese techo al tener el coche eléctrico una cuota de mercado superior o igual al 5%. Ese techo no sería en realidad más que un espejismo y en esos países, ya no habría vuelta atrás: el coche eléctrico dominará el mercado.

Bloomberg realizó este estudio por primera vez en 2022 y entonces sólo 19 países habían superado lo que se ha convertido en un punto de inflexión crítico del coche eléctrico.

Ese punto se alcanza, según ese medio económico, cuando el 5% de las ventas de coches nuevos se hacen gracias a coches 100% eléctricos. Este umbral señala el inicio de la adopción masiva, cuando las preferencias tecnológicas cambian rápidamente. Desde entonces, otros cinco países han dado el salto.

Los recién llegados, a saber, Canadá, Australia, España, Tailandia y Hungría, se unen a un grupo de países que incluye a Estados Unidos, China y la mayor parte de Europa Occidental (a excepción de Luxemburgo e Italia).

La trayectoria trazada por estos países muestra cómo los vehículos eléctricos pueden pasar del 5% al 25% de los coches nuevos en sólo cuatro años, aseguran desde Bloomberg.

Por supuesto no todos los países llegan al mismo tiempo y al mismo ritmo a ese 5%, todo depende del precio de los coches en relación al poder adquisitivo, del peso que tienen los incentivos a la compra y uso del coche eléctrico, la disponibilidad de cargadores y el escepticismo inicial de los conductores.

Sin embargo, y aunque cada vez  hay más coches electrificados en España, los datos de Bloomberg no cuadran con la realidad, al menos en el caso de España. Bloomberg indica una cuota de mercado del 6,3% para nuestro país cuando en el segundo trimestre de 2023 la cuota de mercado del coche eléctrico fue en España del 4,97% (13.320 coches eléctricos sobre un total de 267.856 coches vendidos), según datos de ANFAC.

Únicamente en el mes de julio de 2023 el coche eléctrico ha visto su cuota de mercado en España superar el 5%. Con 5.474 coches eléctricos matriculados en julio de 2023, la cuota de mercado alcanzó el 5,44 %. Es decir, no estamos lejos de ese 5%, pero aún no lo hemos logrado.

El precio de las baterías sigue limitando la demanda

La penetración del coche eléctrico en el mercado no es el único indicador de si el coche eléctrico ha llegado a su punto de inflexión o no. Por supuesto está el precio, en especial el de las baterías. Se dice que cuando sea más barato fabricar un coche eléctrico que uno de gasolina, éste último estará muerto. Ese punto de inflexión es el de los 100 dólares por kWh de capacidad útil.

Sin embargo, los fabricantes llevan ya casi tres años estancados en un precio  que ronda los 150 dólares el kWh. Si bien el precio bajó de los 1.400 dólares el kWh (precio ajustado a la inflación) a 200 dólares el kWh en 2020, la curva tiende a aplanarse y el precio a estancarse entre 140 y 150 dólares el kWh desde entonces. Un coste, además, que según el fabricante puede ser incluso superior.

Precio del kWh útil en una batería de iones de litio entre 2008 y 2022. Fuente: Ministerio de Energía de Estados Unidos

Una de las maneras en las que ese precio pueda bajar definitivamente está en las economías de escala. En ese sentido, uno de los puntos de inflexión del coche eléctrico estaría en su producción.

Y para lograrlo, el estudio indica que todo depende de “la capacidad de los fabricantes de automóviles tradicionales y sus proveedores para realizar inversiones a ciegas antes de que la demanda se haya materializado por completo”. Pero a la vez reconoce que “los costes de transición pueden ser asfixiantes hasta que las ventas se generalicen”.

En otras palabras, la recomendación de Bloomberg es que los fabricantes deben apostar por el coche eléctrico, corriendo el riesgo de quedarse por el camino si “los costes de la transición” son demasiado “asfixiantes”.

Aun así, el medio económico confía en que las marcas lo pueden lograr siempre y cuando el 10% de las ventas trimestrales de un fabricante de automóviles se hagan con vehículos eléctricos. Se basa en la experiencia europea para ello, en la que, asegura, una vez que una fabricante alcanzó esa cuota del 10%, ese porcentaje se triplicó en menos de dos años.

Es verdad que en muchas regiones del mundo la ley no dará ni da muchas opciones para que los fabricantes desarrollen otras tecnologías, como en Europa o China.

Y aunque Bloomberg también reconoce que el coche eléctrico no lo tendrá fácil y duda de la capacidad de la minería para “mantener el ritmo de producción de materiales esenciales para las baterías”, el medio económico es muy optimista en cuanto a la adopción del coche eléctrico.

De hecho, no duda que “el automóvil con motor de gasolina será una pieza de museo, dentro de una década o de cinco”. Y recuerda que la producción de motores de combustión interna alcanzó su máximo histórico en 2017. Pero ese mismo año también alcanzó su máximo histórico la producción de automóviles.

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