Aunque todo el nuevo reglamento de la Fórmula 1 que estaba previsto para la próxima temporada ha sido retrasado hasta 2022, hay una cosa que aún sigue en pie. El techo presupuestario entrará en vigor ya en 2021. De momento está fijado en 160 millones de euros, pero todos los equipos están de acuerdo en bajarlo hasta los 135.
Sin embargo las negociaciones siguen en pie. Los siete equipos más débiles de la categoría quieren rebajar el límite todavía más, hasta los 115 millones, pero los tres equipos dominantes, Mercedes, Ferrari y Red Bull se niegan. Estos últimos tienen una posible solución al conflicto que está causando la crisis del coronavirus.
Equipos como Haas, Racing Point o Alpha Tauri no desarrollan sus coches, sino que compran partes
Red Bull cree que lo más justo sería que el tope presupuestario fuese diferente para los equipos en función de su nivel de implicación en el desarrollo de los monoplazas. Así lo ha explicado Christian Horner, quien cree que no es justo que tengan en mismo límite presupuestario equipos que crean todo su coche que equipos que compran partes.
Se refiere Horner a escuderías como Haas, Racing Point o Alpha Tauri, que viven vinculadas de forma más o menos estrecha a otros equipos más grandes. En el caso de Racing Point, esta temporada 2020 directamente han calcado el Mercedes W10 con el que Lewis Hamilton ganó el mundial de 2019.
Es una técnica que incluso Horner ve con buenos ojos: "No me importaría vender nuestro coche de Abu Dhabi a uno de esos equipos porque sería la forma más rápida de que fueran competitivos a un coste bajo". Pero lo que tiene claro es que "es muy difícil comparar equipos como Mercedes con Racing Point, a Ferrari con Haas o a nosotros con Alpha Tauri".
Por eso Horner propone que el techo presupuestario sea diferente según el tipo de escudería de la que se trate: "Todos están tratando de copiarle el coche al resto. Solo McLaren y Renault se salen de esa dinámica", dice Horner. Es decir, para él hay cinco grandes constructores y otros cinco equipos que se dedican a copiar a los tres grandes.
El problema es que estos dos equipos que salva de la quema, Renault y McLaren, también están en contra de un techo presupuestario elevado. De hecho Zak Brown, el CEO de la compañía británica, ha sido el más estricto en este asunto. Directamente pidió que el límite presupuestario se estableciese en 90 millones de euros.
La propuesta de Red Bull que parece que sí convence a la FIA es que los equipos que queden atrás en la clasificación dispongan de ventajas reglamentarias en cuanto a horas de túnel del viento y utilización de simuladores. Es algo que se seguirá estudiando, falta por ver si convence a los equipos, pero en cualquier caso no sustituirá al límite presupuestario.
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