Tras el resultado del pasado GP de Bahrein, Flavio Briatore sigue siendo uno de los patrones de equipo de la F1 que cada vez desconfían menos más del polémico KERS. En Sakhir ya mostró su creciente incredulidad frente a la utilidad del sistema, y un apunte que debería anotar la FIA, que por lo visto no es el único. Dejó caer que en lo que queda del año, muchos equipos probablemente descarten seguir con su uso. Él de momento es fiel a sus palabras: los Renault R29 no equiparán KERS ni en Montmeló ni en Mónaco. Seguirán con las evoluciones aerodinámicas, y optarán por jugar con los lastres en el monoplaza.
Decisión acertada a mi modo de ver. Lo que no me explico es como la FOTA todavía no se plantea poner a la FIA contra las cuerdas, pues si pide para el año que viene el límite presupuestario opcional de 30 millones de euros por año por disponer de libertad de desarrollo en el monoplaza, no puede ser que imponga obligatoriamente un capricho que ha costado 50 millones de euros y que no funciona. Al menos que corra con parte del costo del error de introducir tan apresuradamente algo tan complejo y nuevo en la F1 sin escuchar a los fabricantes en su conjunto.
Vía | The F1