El Ford Puma se va a reencarnar, y lo hará antes de que acabe el año 2019. El icónico coupé compacto de finales de los años 90 volverá a la vida, aunque lo hará en un formato decepcionante para muchos aficionados al motor.
El nuevo Ford Puma se ha dejado ver (poco) para comenzar a dar que hablar, y es que para esta nueva generación el nombre se aplicará a un SUV del segmento B, de corte deportivo y con tecnología microhíbrida, obedeciendo a los requisitos que está aplicando el mercado de los automóviles a nivel global.
El Ford Puma tirará de diseño agresivo sin sacrificar la habitabilidad
Cuando el Ford Puma nació en 1997 se convirtió automáticamente en un icono de muchos jóvenes y adolescentes. Se trataba de un coche compacto pero lejos de convertirse en un utilitario más Ford lo lanzó con la premisa de hacer soñar a los potenciales clientes con un coche de halo a escala: un coche de diseño deportivo, buenas proporciones y un comportamiento digno sin más. Al fin y al cabo el rendimiento no era su principal reclamo.
Ahora, 22 años más tarde, sabemos a ciencia cierta que el Ford Puma va a volver a la producción porque en la jornada de ayer la firma del óvalo lo dejó ver entre sombras a modo de teaser dentro del evento de presentación del programa 'Go Further' de Ford. El Puma renacerá, de nuevo, como un coche que atiende a las demandas del mercado, así que se cambia de segmento.
Sí, en esta ocasión y aunque se conservará el mismo nombre del pequeño deportivo del segmento B, el Ford Puma abandonará su diseño de coche gamberro y atrevido para convertirse en un SUV pequeño/medio, uno de los mercados que más están creciendo a nivel mundial especialmente entre los conductores más jóvenes.
Aprovechando el evento organizado por Ford en el que hemos podido conocer al nuevo Ford Kuga y al Ford Explorer PHEV que llegará al mercado europeo, el fabricante nos ha insinuado entre las sombras a su próxima incorporación. El Ford Puma pasó de largo envuelto en las tinieblas y cruzados por luces láser, haciendo muy difícil distinguir apenas algo más que los grupos ópticos.
La intención de Ford es más que evidente, puesto que intentará posicionar a su Ford Puma en el hueco que queda entre el Ford EcoSport y el Ford Kuga, aprovechando de paso para introducir un diseño más dinámico y agresivo en el nuevo SUV que haría oposición al Volkswagen T-Roc o al BMW X2.
Sin tener muchas más datos oficiales sobre cómo será la reencarnación del Puma, Ford sí nos ha dejado algunas pinceladas sobre su propuesta en la que aseguran que tendrá "un diseño impresionante con la mejor capacidad y flexibilidad de equipaje de su segmento". Las llantas parecen enormes, eso sí que no podía faltar.
Por dentro Ford asegura que el Puma contará con 456 litros de capacidad en su maletero, una cifra líder en su segmento. También han hecho referencia en varias ocasiones a la flexibilidad por lo que es más que probable que haga uso de dobles fondos y regulación en los asientos traseros.
En lo referente a las motorizaciones el Ford Puma llegará con motores 1.0 de baja fricción de hasta 155 CV en un primer momento y contará con tecnología EcoBoost Hybrid con un arrancador/generador por correa integrado (BISG) capaz de recuperar energía en deceleraciones y almacenarla en una batería de iones de litio de 48V. Esta energía se puede utilizar para ayudar al motor térmico a través del BISG reduciendo la exigencia de energía al motor de gasolina.
El nuevo Ford Puma se fabricará en la planta de Craiova (Rumanía) y se pondrá a la venta a finales de este mismo año 2019.