Seguimos con nuestros análisis de los modelos híbridos de Lexus. Ahora os hablaré de un peso pesado, el Lexus GS 450h (a la derecha), una máquina que se acerca bastante a la perfección, dicho objetivamente. Es una berlina de altas prestaciones, con reparto de pesos 50:50, motor delantero de 6 cilindros y tracción trasera.
La potencia máxima combinada es 354 CV para un peso en orden de marcha de 1.865 a 1.930 Kg. El motor de gasolina es un 3.5 V6 con tecnología Dual VVT-i, 296 CV a 6.400 RPM y un par máximo de 368 Nm a 4.800 RPM. El motor eléctrico, tipo AC síncrono, da 200 CV y 275 Nm de par. La transmisión es automática de múltiples velocidades, con 6 relaciones “fijas” para conducir en modo secuencial.
Muy bonito, pero ¿corre? La velocidad máxima está limitada a 250 Km/h, pero a 100 Km/h se pone en sólo 5,9 segundos y hace un adelantamiento 80-120 Km/h en ¡4,7 segundos!. Según ficha, el consumo combinado es 7,9 l/100 Km de gasolina en ciclo mixto, 9,2 l/100 Km en ciudad. A día de hoy, es la berlina más eficiente de su segmento (prestaciones/consumo), aun por encima de los diesel.
Al volante de GS 450h, cuando se conduce tranquilo, es una delicia. El tacto de la dirección eléctrica es exquisito, muy suave cuando tiene que serlo. El motor eléctrico hace que las vibraciones se anulen prácticamente, los arranques son armónicos y delicados, como la dulce caricia de una mujer. Nos vemos envueltos en una atmósfera de silencio y paz que hace que conducir sea otra cosa.
En autovía este Lexus es tan silencioso que la velocidad sólo se nota mirando al velocímetro, el confort que proporciona está muy por encima de casi todo sus rivales. La experiencia es como la de llevar un coche mucho más caro y el sistema híbrido no se nota negativamente. Sabes que lo lleva, pero se te olvida.
¿Qué pasa cuando se le pide caña al GS 450h? La bestia despierta. Con la carretera empapada, probamos qué pasaba si pisabas el acelerador en una rotonda, sabiendo que son muchos caballos y tracción trasera. Sin nadie a quien molestar, un par de acelerones. Divertidísimo. El coche permitía deslizar sólo lo justo, sin salirse de trayectoria. El avanzado sistema de seguridad activa del coche sólo intervenía cuando hacía realmente falta.
Las aceleraciones del coche son impresionantes. Sus siglas denotan que consigue el mismo rendimiento que un motor 4.5 V8, más o menos. En la entrega de potencia, sí, se le notaba muy fuerte y lineal, pero más viendo cómo se movían las agujas que por el ruido. Hacer ruido, hace, pero mucho menos del que cabe esperar, una sensación digna de los mejores motores Mercedes.
Para hacerle sonar de verdad al V6 había que forzar reducciones con el cambio secuencial, que no afectan a la aceleración del coche, son sólo para retener. El cambio es bastante rápido, pero cuando se demanda la máxima aceleración con el “kick-down”, hay un mínimo retardo mientras revoluciona el motor. Los cambios de marcha en modo automático son totalmente imperceptibles.
Con una conducción con frecuentes acelerones, es decir, siendo muy ineficientes, el consumo rondó los 12,5 litros de media. Como puede verse en el gráfico, el consumo bajó mucho tiempo de 10 litros de media, pero acelerando mucho consume bastante y la batería está menos cargada (al no haber excedentes de potencia). Siendo más cuidadosos con el acelerador, se pueden conseguir medias muy cercanas a las de ficha.
En cuanto a comportamiento, siento usar tanto adjetivo positivo, pero es que no encuentro por dónde criticarlo. El coche es muy fácil de conducir, está diseñado para dejarte que te diviertas un poco pero sin perder el enfoque de seguridad que tiene. La suspensión hace que el coche se agarre de forma espectacular sin ser en ningún momento incómodo.
La dirección y frenos, a pesar de su naturaleza (dirección eléctrica, frenada regenerativa + discos de freno), tienen el tacto de un rival muy refinado con soluciones clásicas. Por cierto, la suspensión tiene dos programas: Confort o Sport, y la entrega de potencia depende de si estamos en el modo más agresivo o el más conservador (para nieve). También afecta a la dirección asistida.
En seguridad, está en lo más alto: el mencionado VDIM controla todos los sistemas de seguridad del coche, a los que hay que sumar las 5 estrellas EuroNCAP, 10 airbags, cinturones de seguridad con pretensores incluso en las plazas traseras, sistema de pre-colisión, reposacabezas activos, iluminación adaptativa en curva, paragolpes de alta absorción para proteger peatones… Si todo esto fuese generalizado, moriría mucha menos gente en el coche.
Un sistema que merece comentario aparte es el control de crucero activo. Le programas una velocidad y te lleva a la misma… hasta que hay tráfico. Mediante ondas radar, el coche mantiene la distancia de seguridad óptima con el coche precedente hasta 200 Km/h (eso lo sé por el dossier, malpensados), cuando tiene vía libre, acelera a la velocidad deseada. Si el tráfico se detiene delante de nosotros, llega a frenar sólo hasta la detención total si nosotros no lo hacemos.
En resumen, que conduce mejor que la inmensa mayoría de personas que van por autopista. El coche “sabe” en todo momento cuál es la distancia de seguridad adecuada, y aunque le programemos 180 Km/h, usando este sistema, no vamos a molestar a nadie. Él solito se adapta a las condiciones del tráfico de forma segura y suave. Sólo hay que preocuparse de mover el volante.
En esta foto, vemos el sistema en acción, programado a 130 Km/h pero circulando a una velocidad real de 110-115 Km/h más o menos. La velocidad y distancia de seguridad las calculó el coche.
Hay que criticarle que tiene un maletero muy pequeño, menos de 300 litros (aunque Lexus nos da al comprarlo un kit de maletas que encajan perfectamente), el freno de estacionamiento de pie o que le falta un dispositivo para recoger las babas de serie.
Se vende con 3 niveles de equipamiento: Premium (61.825 €), Luxury (63.445 €) y President (72.380 €), el impuesto de matriculación es del 9,75% por sus reducidas emisiones contaminantes. ¿Caro? No. Va equipado hasta las cejas, por eso es más caro que algunos de sus rivales, pero lo merece. Si no es el mejor coche que he conducido en mi vida, está en el Top5.