Con la entrada en vigor de las ZBE en decenas de ciudades españolas y el panorama que tenemos con las restricciones, la etiqueta ECO o CERO se ha convertido en el principal requisito para muchos compradores a la hora de cambiar de coche.
Los fabricantes lo saben y la mayoría de sus lanzamientos ya traen alguno de estos dos distintivos, especialmente el ECO porque basta con complementar un motor de combustión con un sistema de micro hibridación para conseguir esta pegatina.
Misma receta con otro motor
Ford ya tiene experiencia en este terreno. En su día incorporó un sistema de hibridación ligera con red eléctrica de 48 voltios a su motor EcoBoost de 1.0 litros para electrificar buena parte de su gama. Ahora lo ha vuelto a hacer, pero es la primera vez que lo pone en práctica en uno de sus modelos deportivos, concretamente en el Ford Puma ST.
Hasta ahora, el divertido crossover de la marca del óvalo utilizaba el mismo motor que el Ford Fiesta ST, un bloque tricilíndrico de 1.5 litros que desarrolla 200 CV, siempre ligado a un cambio manual de seis relaciones y a la tracción delantera, y sin ningún tipo de electrificación, por lo que este modelo se conformaba con la etiqueta C.
Ford se lo ha replanteado y ha decidido que su pequeño deportivo podía ser más polivalente con una etiqueta ECO, al fin y al cabo, es un SUV urbano que no solo está hecho para disfrutar de una carretera de montaña, sino para desenvolverse como pez en el agua en ciudad. Con el distintivo azul y verde gana versatilidad en este escenario y se libra de cualquier restricción actual (también pinta mejor su futuro en este sentido).
Pero, ¿cómo ha conseguido Ford poner la etiqueta al Puma ST? Muy fácil, de la misma forma que con el resto de versiones de la gama: acoplando un sistema de hibridación ligera al motor 1.0 EcoBoost de 3 cilindros y apretándolo para que esté a la altura del apellido ST.
Hasta la llegada del nuevo Puma ST, este motor micro híbrido llegaba, como mucho, hasta los 155 CV que ofrecía en el Ford Focus o en el propio Ford Puma. En el Puma ST desarrolla 170 CV y un par máximo de 248 Nm. Son 30 CV menos que Ford Puma ST con motor 1.5 sin electrificar y, a diferencia de este, solo puede combinarse con un cambio automático PowerShift de siete relaciones.
Con el bloque de 200 CV, el Puma ST aceleraba de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos, alcanzaba los 220 km/h y homologaba un consumo medio de 6,6 l/100 km. Con el motor MHEV de 170 CV acelera de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos, alcanza una velocidad máxima de 210 km/h y registra un consumo medio de 6,3 l/100 km.
Por lo demás, la puesta a punto es idéntica, aunque la pequeña batería de litio de 0,38 kWh de capacidad y el resto del sistema micro híbrido incrementan ligeramente su peso: el Puma ST de 200 CV pesaba 1.358 kg y el MHEV pesa 36 kg más, es decir, 1.394 kg. El maletero sigue teniendo 456 litros de capacidad.
Ya está la venta
¿Y qué hay del precio? El Puma ST EcoBoost de 200 CV estaba a la venta desde 36.563 euros, ha desaparecido del configurador y el nuevo Puma ST MHEV de 170 CV tiene un precio de partida de 37.399 euros, por lo que es 836 euros más caro. Eso sí, con los descuentos actuales de Ford pasa a tener un precio de 32.415 euros.
Dentro de la gama ST de Ford, el Fiesta ST es el más barato, con un precio sin descuentos de 31.249 euros y 200 CV, y el Ford Focus ST está a la venta desde 43.369 euros con 280 CV, ambos sin etiqueta ECO y con cambio manual.