Esto si es una pick-up bonita, mucho más que el Corvette Pick-Up de ayer, y más aún si te lo presentan con una belleza ligerita de ropa…
Este 1967 Chevy El Camino pertenece a Mike Conway y realmente es una verdadera preciosidad. No pensaba yo que una camioneta de los típicos red necks que podemos ver en las películas de la América profunda pudiese quedar tan sumamente bonita con un buen trabajo de pintura y un interior digno de un coche de lujo de los años 60. Hay que tener en cuenta que compartía plataforma y rasgos distintivos con el Chevrolet Chevelle, un bonito muscle car.
Los motivos que le llevaron a restaurar este precioso Chevy fueron los recuerdos que tenía de su antigua ‘84 El Camino, y como terapia para la recuperación de su esposa, convaleciente tras un accidente de coche. Gracias a esto y a la gente del Southern California Chevelle Camino Club, su mujer se recuperó mucho antes de lo que creían los médicos.
El motor que llevaba cuando lo compró en 1999, aún teniendo apenas 85.000 kilómetros, y siendo el V8 396 de 325 CV, no era lo suficientemente potente, así que durante el proceso de restauración le montó un motor Chevrolet del 73 de 454 ci (7.440 cc) aumentado a 496 ci (8.128 cc) y con una cifras dignas de todo un deportivo actual, 400 CV y un par máximo de 625 Nm a 3.620 rpm. Una verdadera máquina de drag, que gracias a su transmisión Turbo 400 y el overdrive Gear Vendors le permiten hacer unos ajustadísimos consumos de 18 L/100 km en viajes por autopista.
Y para el interior elegió cuero de reno (o por lo menos eso es lo que he creido entender) para el tapizado de los asientos, con un color crema que destaca con el Merlot Red Metallic de la pintura de la carrocería, con la cual encaja perfectamente. El salpicadero tambien ha sido “customizado”, con los relojes Haneline situados sobre un fondo metálico.
Una bonita máquina para pasear, porque llenar eso de balas de paja, como dice el amigo Luis Miguel no creo que sea lo más recomendable.
Vía | Chevy High Performance (en inglés)
