Si pensamos en coches seguros rápidamente pensamos en Volvo, pero si hay uno en concreto que se ha ganado a pulso la fama de coche duro y casi indestructible ha sido el Volvo 850. Un coche archiconocido que hoy celebra sus 25 años de vida, un aniversario que vamos a aprovechar para hacer un pequeño repaso de su vida y obra.
Presentado como novedad mundial en el Globe Arena de Estocolmo en 1991, el Volvo 850 irrumpió en el panorama internacional ganándose a pulso la fama de coche seguro, pero que también fue un punto de inflexión en cuanto al diseño de los vehículos de Volvo con un aspecto mucho más fresco.
"Un vehículo dinámico con cuatro novedades mundiales"
La gestación del 850 se remonta hasta 1978, cuando el proyecto Galaxy se inició en el seno de la marca sueca. Por un lado, la rama holandesa de Volvo sesgó el desarrollo hacia la serie 400, mientras que en Suecia continuaron con la creación del 850.
El título de este apartado era tal y como rezaba su eslogan, y era cierto. No engañó a nadie cuando en 1992 apareció en el mercado con cuatro ideas revolucionarias hasta entonces. El motor colocado en posición transversal con cinco cilindros, eje trasero Delta-link, sistema de protección contra los impactos laterales integrado (SIPS) y cinturón de seguridad autoajustable en las plazas delanteras.
El primero en llegar al mercado en 1992 fue el Volvo 850 GLT, un coche grande de formas recias y limpias que albergaba bajo su enorme capó un motor de 2.5 litros repartidos en cinco cilindros, 20 válvulas y 170 caballos de potencia.
Un año después en 1993 llegó la versión station wagon, con su zaga cortada a machete y los pilotos en vertical tan reconocibles hoy en día. Si antes ya era un coche espacioso os podéis imaginar lo bien que se podía habitar, literalmente, en su interior.
El rompedor T-5R que sobrepasó las previsiones de Volvo
Tras una fantástica acogida durante sus dos primeros años, incluyendo el premio al mejor diseño en Japón, o al familiar más bonito en Italia, en 1994 se presentó una nueva versión que acaparaba todas las miradas: el Volvo 850 T-5R.
Pintado en un extravagante color amarillo escondía algo más que una decoración diferente. Acoplando un turbo a su motor junto a un intercooler, la potencia ahora subía como la espuma hasta los 240 CV y 330 Nm de par motor. Por fuera, aditamentos aerodinámicos específicos, una salida de escape cuadrada, llantas de 17".
Las 2.500 unidades amarillas que pensaban fabricar se agotaron en escasamente dos semanas, lo que sobrepasó las expectativas de Volvo y produjeron otras 2.500 en negro y, posteriormente, otras 2.500 en verde.
Pero además del público general, el Volvo 850 también nos dejó estampas tan inusuales en competición como alinear en 1994 dos unidades en el BTCC en configuración station wagon. Al año siguiente el reglamento nos privó de seguir viendo esta inusual imagen, retomando las carreras con dos 850 sedán y quedando terceros con Rickard Rydell a los mandos.
Volvo 850 AWD, el precursor de todos los Volvo XC
Y sólo un año después, otro hito. En 1996 llegaba el Volvo 850 AWD, la versión con tracción total continua que repartía la fuerza entre el eje delantero y trasero mediante un acoplamiento viscoso con sistema de electrónico de antideslizamiento TRACS. Este equipamiento conseguía distribuir de manera inteligente la potencia cuando detectaba que una de las ruedas perdía agarre.
Además, el 850 AWD estrenaba también un motor turboalimentado de 193 CV. Aquél fue el precursor de todos los Volvo XC que pueblan las carreteras de todo el mundo.
El último año de producción del 850 fue 1996. Cuando en 1997 estos modelos fueron sometidos a una profunda renovación, su nombre también cambió: los sedán pasaron a llamarse S70 y station wagon V70. En total se han fabricado 1.360.522 vehículos de modelos basados en la serie 850.
Hasta su llegada, se han produjeron un total de 1.360.522 Volvo 850 en todas sus versiones. Un coche mítico que aún es fácil encontrarse circulando entre el tráfico y que hoy cumple 25 años.
¡Felicidades 850!