Volkswagen ha ido desvelando con migas de pan todos los detalles de su nuevo coche eléctrico, el ID.3. Pero la última miga de pan no se centra en diseño, ni en equipamiento, ni en precio, sino en el sonido. Porque paradójicamente, el silencio de los coches eléctricos e híbridos es peligroso y por ley desde el pasado 1 de julio deben emitir algún sonido de conducción artificial.
Y el del Volkswagen ID.3 es.... Mejor que lo juzgues por ti mismo.
Los compositores y la industria automotriz, de la mano
Este sonido que acabas de escuchar al estilo vaina de Star Wars ha sido creado por el compositor húngaro Leslie Mandoki, al que Volkswagen ha encargado crear el ruido artificial que dicta la ley europea.
Y es que quién iba a decir a los compositores musicales que en 2019 iban a estar creando sonidos para los coches eléctricos.
Y si no que se lo digan a Hans Zimmer, que se ha puesto manos a la obra con BMW para componer el sonido del nuevo BMW Vision M Next, un híbrido enchufable que adelanta el futuro de los modelos de la firma bávara.
"El sonido de un vehículo eléctrico define su identidad. Debe ser seguro y agradable. Puede sonar futurista y también debe impresionar con su carácter único", explica Volkswagen.
La marca alemana quiere aprovechar esta legislación para hacer que sus coches eléctricos sean reconocibles por un sonido particular creado a través de un Sistema de Alerta de Vehículos Acústicos (AVAS por sus siglas en inglés) que se activará a velocidades superiores a 30 km/h y al meter la marcha atrás.
El objetivo de esta medida es reducir los accidentes provocados por la baja rumorosidad de este tipo de vehículos, cuyo motor eléctrico apenas emite sonido a bajas velocidades. Esto les convierte en un peligro potencial para peatones o ciclistas al no poder identificar su presencia.
El AVAS en el ID.3 es audible en el interior y el exterior del vehículo hasta 30 km/h; a velocidades superiores ya entra en juego la resistencia a la rodadura, que hace que el ruido sea más prominente.
También Tesla ha dotado a los Model (y el resto de modelos) fabricados a partir del 1 de septiembre de un avisador acústico para peatones que funciona hasta una velocidad de 30 km/h, y que suena de dos maneras diferentes, dependiendo de si es en marcha atrás o hacia adelante.
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