En alguna ocasión ya hemos hablado sobre jóvenes que cogen a escondidas (o no) los superdeportivos de sus adinerados padres para darse una vueltecita y dicha vuelta no acaba demasiado bien. En este caso no se trata de un deportivo, la vuelta fue más bien corta y el niño, muy pequeño.
El suceso ocurrió el pasado miércoles en un barrio de la ciudad norteamericana de Boston y el protagonista fue un niño de ocho años de edad al que su madre dejó sólo en su flamante coche nuevo, un BMW Serie 3, con las llaves puestas (eso dice la noticia, ¿no tendrán botón de arranque allí?).
El niño, que esperaba a que su madre le llevará al colegio, debió sentir una gran tentación por sentarse en el asiento del conductor, aunque además de eso también arrancó el coche, engranó marcha atrás y aceleró. El BMW retrocedió varios metros y pasó entre dos vehículos aparcados, empotrándose finalmente en el porche del vecino de enfrente.
El dueño de la casa en la que fue a parar el Serie 3 aseguró que notó el impacto y tuvo tiempo de asomarse a la ventana para ver al niño corriendo de vuelta a su casa. Afortunadamente el niño está bien y sólo hay que lamentar algunos daños materiales.
Después de este incidente seguro que a su madre no se le vuelve a ocurrir dejar al niño en el coche con las llave dentro. A continuación el vídeo de uno de los canales de televisión de la ciudad de Boston que cubrieron la noticia, con testimonios de vecinos y del jefe de bomberos.
Vía | CarScoop
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