No, no puedes sentarte borracho al volante en un coche semiautónomo y esperar que conduzca por ti: una conductora lo hizo, mató a dos personas y le echa la culpa al coche

No, no puedes sentarte borracho al volante en un coche semiautónomo y esperar que conduzca por ti: una conductora lo hizo, mató a dos personas y le echa la culpa al coche
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Uno de los aspectos más polémicos de los sistemas de conducción semiautónoma es quien asume la culpa en caso de accidente. Las marcas de coches lo tienen claro: el conductor debe estar siempre atento para tomar el control del coche. Si no lo cumple, y provoca un accidente, será el responsable.

Este caso es buen ejemplo. Una conductora, habiendo bebido, se puso a los mandos de su Ford Mustang Mach-E con el sistema Blue Cruise activado. Desgraciadamente tuvo un accidente que se cobró dos vidas y ahora se la acusa de dos delitos homicidio.

Su abogado defiende que la culpa fue del sistema. Esta tecnología de Ford está siendo investigada precisamente por ese trágico incidente y otro, también con una víctima mortal en la ecuación.

"Ninguna tecnología de un vehículo parcialmente automatizado debería dejarse actuar sola"

El Ford Blue Cruise es un sistema nivel 2 SAE de automatización, pero permite conducir sin las manos al volante. Aunque, a diferencia del Drive Pilot de Mercedes (el más avanzado hoy disponible), exige que mantengamos la vista en la carretera. Esto significa que debemos estar siempre pendientes y en condiciones de tomar el volante ante cualquier imprevisto. El propio sistema te avisa de que lo hagas cuando detecta un posible riesgo, como comprobamos cuando lo probamos.

Es justo lo que no hizo Dimple Patel, de 23 años y estudiante de medicina en Filadelfia. En marzo de este año, sobre las 3:00 de la madrugada circulaba por la autopista I-95 con su Ford Mustang Mach-E y el Blue Cruise activado. Había bebido e iba a más de 100 km/h cuando se topó con dos coches que estaban orillados en al arcén izquierdo. Se trataba de un Hyundai Elantra y un Toyota Prius, uno había tenido una avería y el otro conductor se paró para asistirlo.

Se podría entender que el Blue Cruise no los detectó a tiempo, pues no frenó. Patel tampoco cogió el volante o frenó para evitar chocar contra el Elantra, que a su vez impactó contra el Toyota Prius y otros dos coches más. Arrolló a ambos conductores, que fallecieron.

El caso lleva meses investigándose. Tras esclarecerse los hechos, se la acusa de homicidio involuntario y homicidio por conducir bajo los efectos del alcohol. Además de otros delitos como conducción temeraria, manipulación de pruebas o conducción distraída. Y es que al parecer, en el momento previo al impacto estaba escribiendo mensajes de texto en el móvil. Así, aunque el sistema la hubiera avisado de coger el control del coche, se entiende que no se habría enterado.

¿La culpa es del coche o del conductor? Pese a que se ha evidenciado que Patel no estaba atenta a la carretera y que además circulaba ebria, su abogado defiende que la responsabilidad del accidente debería recaer en Ford y no en su cliente.

"Si se trata de un fallo en el sistema de conducción autónoma, no puede ser un homicidio por conducir bajo los efectos del alcohol, incluso si el conductor está intoxicado", defiende según recoge Associated Press.

Y es que, argumenta el letrado, la ley de Pensilvania recoge que para aplicar homicidio imprudente por conducir ebrio se exige que "que el conductor bajo los efectos del alcohol haya causado el homicidio". El juicio se celebrará más adelante, pero la defensa se acoge que llevaba activado el Blue Cruise.

Autopilot FSD de Tesla

Los sistemas de conducción autónoma, bajo lupa. Lo cierto es que esta tecnología de Ford está siendo investigada por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras estadounidense (NHTSA por sus siglas en inglés). Por este accidente, pero también por otro en el que también falleció otra persona.

En ambos casos se trataba de coches detenidos en el arcén de una autopista y siendo de noche. Esto, según el organismo de seguridad, podía evidenciar que o bien el sistema tiene problemas para detectar obstáculos en condiciones de baja visibilidad o bien que los conductores no tomaron el control del coche cuando el sistema se lo requirió.

La investigación sigue abierta y, como nos confirmó Ford hace unos meses y lo ha hecho a estos medios americanos, la marca está colaborando estrechamente con la NHTSA.

El Ford Blue Cruise no es el único sistema de conducción autónoma que ha sido investigado en los últimos años. También el Autopilot FSD de Tesla tiene varias abiertas, ya que se han dado centenares de accidentes con este sistema activado. Es más se ha demostrado que la tecnología de Tesla también tiene problemas para detectar vehículos detenidos en el arcén, pues ha chocado con varios de emergencia.

Igualmente, la NHTSA está investigando a las dos empresas que prestan servicio con robotaxis completamente autónomos en varias ciudades de EE.UU: Cruise y Waymo. Entre los incidentes, varios fueron de noche y chocando con obstáculos del margen de la carretera.

Mercedes Drive Pilot

Si el sistema te avisa y no actúas, es tu responsabilidad. En todo caso, se ha demostrado que Patel ya no sólo iba ebria, sino que tampoco iba atenta a la carretera circulando por un autopista a unos 114 km/h.

De hecho, según publica NBC Philadelphia, desde el organismo de seguridad estadounidense señalan que "ninguna tecnología de un vehículo parcialmente automatizado debería dejarse actuar sola para realizar las tareas de conducción necesarias que permitan circular con seguridad por carretera".

Sobre la responsabilidad en caso de accidente con sistemas autónomos también preguntamos en su momento a Mercedes-Benz. Y es que el Drive Pilot no sólo permite conducir sin manos, sino también sin mirar lo que tenemos delante.

"La responsabilidad en caso de accidente está determinada por las circunstancias del caso individual", señalaron. Y de la normativa, claro. En Alemania se permite desatender la conducción, pero siempre poder tomar los mandos en caso de que lo requiera el sistema. Si la tecnología indica que se debe coger el volante y el conductor no lo hace y causa un accidente "será el responsable de los daños".

La responsabilidad de quien va al volante es clave en este aspecto: por muy avanzada que sea una tecnología, usarla mal puede tener consecuencias nefastas. Sobre todo si hablamos de coches que circulan a elevadas velocidades en carretera y cuando estos sistemas autónomos conviven con el resto de conductores.

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