Hay maneras y maneras de vender las supuestas bondades de un vehículo. El caso de Elio Motors quizá pase a los... anales de la Historia como un sonoro caso de identificación maloliente. Al parecer, no tienen suficiente con las 10.000 reservas que tienen ya (15.000, según números actualizados), que tenían que buscar una comparación fácil entre sus emisiones de CO₂ y las que resultan del metano que exhala una res bovina flatulenta.
No, que va en serio. Uno de los argumentos que esgrimen los responsables de la marca está en que el biplaza de tres ruedas Elio 4P marca un consumo de 2,8 l/100 km. Y eso, traducido a kg de CO₂, supone 2.041 kg anuales circulando 20.000 millas (32.187 km). Mientras, la vaca, sin moverse más que del establo a la campiña y volver, emite indirectamente 2.195 kg de CO₂ a partir de los 110 kg de metano que expulsa al exterior entre pedos, eructos y otras aficiones que le son propias.
Alguien dirá que esta comparación no vale un mojón, pero lo cierto es que el llamativo recurso que ha empleado Elio Motors abre todo un abanico de fascinantes posibilidades a los departamentos de Comunicación de las marcas. Imaginemos que cunde el ejemplo y que se estandariza la comparativa motor - pedo de vaca. ¿A cuántas granjas equivaldría un buen V8 sobrealimentado? ¿Sería el downsizing compatible con el respeto por las reses más jóvenes? Habría que ir viéndolo.
Cuestión de impacto
Por si acaso no triunfa el esquema, en Elio Motors defienden su triciclo con otros argumentos: uno de los principales es el proudly made in America ligado a la revitalización de la factoría que un día tuvo General Motors en Schreveport (Louisiana), mediante la creación de 1.500 puestos de trabajo. Siguiendo esta línea, también apelan a la disminución de la dependencia energética del exterior. El apartado estético es otro de los argumentos que emplean, y también el que apela al pragmatismo de utilizar un coche que tenga la autonomía justa para manejarse en el día a día.
No son motivos tan impactantes como lo de la vaca, pero le van a la zaga en cuanto a novedosos. Tal y como comentaron nuestros compañeros de Motorpasión Futuro en su día, "su impacto mediático le está llevando poco a poco a superarse con un número creciente de reservas". El impacto funciona, y no sólo por una cuestión de marketing sino de verdadera necesidad.
En el siguiente vídeo, que publicó la marca el verano pasado, dan cuenta de las principales razones por las que deberíamos comprarnos un Elio P4... si viviéramos en Estados Unidos, ya que por ahora no hay noticias de que vaya a llegar a Europa.
Según estimaciones de la marca, el ahorro en carburante que consigue el pequeño motor 0.9 de 55 CV que monta el P4 se traduce en 1.500 dólares anuales (1.085 euros, al cambio actual) para un P4 que recorriera 15.000 millas (24.140 km). Finalmente, una razón de peso: cuando llegue al mercado el año que viene, el Elio 4P saldrá a la venta por el equivalente a 4.930 euros.
En Motorpasión Futuro | Elio, un triciclo no tan alternativo, alcanza las 10.000 reservas