Unas horas antes de que Trump hiciera pública su decisión de imponer un 25 % de aranceles a las importaciones de acero y del 10 % a las del aluminio, Elon Musk inició en Twitter un debate acerca de si China y los Estados Unidos deberían tener normativas "igualitarias y justas" en cuanto a la importación de coches. Y añadía: "Por ejemplo, un coche americano que va a China paga un 25% de derechos de importación, pero un coche chino que llega a los Estados Unidos sólo paga un 2,5%, una diferencia de diez veces".
Trump aprovechó para leer el tuit de Musk durante la ceremonia de firma de los aranceles: "Esto es de Elon, pero todo el mundo lo sabe", dijo. Recordemos que Musk está teniendo problemas para asentarse en China, y tras intentarlo con Obama, vuelve a la carga para conseguir ser competitivo allí.
El deshielo de una relación
Trump ha criticado a la administración Obama por no haber abordado la disparidad en el impuesto de importación entre las dos potencias. Quiere introducir un "programa de impuestos recíprocos" en el que igualará los aranceles que China ha puesto a las importaciones de Estados Unidos.
Tesla ha exportado automóviles a China desde hace años, y se venden bien en el país, representando alrededor del 9 % del mercado de vehículos eléctricos allí. Sin embargo, la compañía de Palo Alto va a necesitar cerrar pronto un trato con el gobierno chino si no quiere que los impuestos devoren sus coches.
Desde hace meses quiere desembarcar en el país asiático con una nueva Gigafactoría y también desde hace meses duran las negociaciones con Shanghái. Elon Musk quiere ser propietario de la fábrica por completo y el gobierno central insta a que sea una empresa conjunta con socios locales. Mientras tanto, un 25 % de impuestos encarece los modelos Tesla.
"Como competir en una carrera olímpica usando zapatos de plomo"
Mientras que otros grandes fabricantes de automóviles como General Motors han aceptado las normas de fabricación de China, Tesla se ha resistido a asociarse con fabricantes de automóviles locales, y ha estado presionando al gobierno para una exención.
"En general, estoy en contra de las tasas de importación, pero la actual normativa hace las cosas muy difíciles. Es como competir en una carrera olímpica usando zapatos de plomo". Es la respuesta que envió Musk a su presidente después de que este recordara por enésima vez que China tiene un déficit comercial con Estados Unidos de 1.000 millones de dólares.
Según ha hecho saber a través de su Twitter, Musk ya pidió ayuda a Barack Obama sin "sin que ocurriera nada". Lo cierto es que Trump y Musk comparten una relación que se congeló después de que el presidente de Tesla dimitiera de dos consejos asesores de la Casa Blanca. ¿La razón? La retirada de Estados Unidos del acuerdo climático de París.
Ahora, el presidente de Tesla alude a "cinco empresas de coches eléctricos 100 % propiedad de China en Estados Unidos", probablemente refiriéndose a NIO, Faraday Future, Byton y SF Motors.
Ahora parece que han acercado posturas y reman en una misma dirección: China. Y China no tiene pinta de querer tragar, más aún después del embiste proteccionista, que, por otro lado, no todos los miembros del partido republicano comparten.