Cáncer, afecciones respiratorias y daños en riñones, hígado, piel u ojos. Son los riesgos de exponerse al cromo hexavalente, que se genera al trabajar el cromo en caliente. Tesla lo utiliza para los paneles de la Cybertruck y ha sido denunciada por exponer a los trabajadores a este material "sin la supervisión ni la capacitación adecuadas".
Es la primera denuncia por violación de seguridad que recibe la planta de Austin (Texas), pero Tesla ya firma decenas en sus otras factorías estadounidenses.
El secreto, y nocivo, ingrediente de los blindados paneles de la Tesla Cybertruck
La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA por sus siglas en inglés) ha sancionado a Tesla con dos multas de casi 3.500 dólares, sumando cerca 7.000 dólares en total. La investigación de este organismo determinó que Tesla expuso a cuatro operarios a este nocivo material sin la formación apropiada ni el control exigido. Tampoco les informó de sus efectos.
Además la OSHA señala en los informes que Tesla "no determinó la exposición promedio ponderada en el tiempo de ocho horas para cada empleado expuesto al cromo del área de carrocería del Cybertruck". Igualmente no evaluó la exposición de los empleados que "realizaban tareas de limpieza en Prima Laser".
Tesla recurre al cromo para los paneles de acero inoxidable de la Tesla Cybertruck: este material aumenta su dureza y los hace más resistentes a la corrosión. Es pues un ingrediente fundamental para que la mastodóntica pick up eléctrica presuma de ser prácticamente indestructible.
La soldadura y otros trabajos en caliente del cromo, como por ejemplo el corte por láser, pueden liberar el cromo hexavalente tóxico. Y es precisamente al que se ha expuesto a estos empleados durante un tiempo excesivo y sin que tomaran las precauciones adecuadas.
La planta de Austin, también conocida como Giga Texas y donde se fabrica la Cybertruck además del Tesla Model Y, es la más reciente de Tesla: lleva en funcionamiento poco más de un año. Estas dos sanciones por violación han sido las primeras de la OSHA en esta factoría, pero aún se está investigando la muerte de un trabajador. Sufrió un paro cardiaco a principios de agosto y de momento la OSHA sigue trabajando para dilucidar las causas de su fallecimiento.
Poco respeto por los derechos laborales. Tesla no tiene precisamente un buen historial para con la seguridad de sus trabajadores en sus fábricas. Según detalla Forbes, en las de Fremont y Nevada entre 2019 y 2022, recibió 29 denuncias por violaciones de seguridad y fue multada con un montante de casi 400.000 dólares. Cifra con la que superó a las 21 recibidas por el resto de fabricantes con factorías en EEUU.
En general, Tela no destaca por tener muy en cuenta los derechos de sus trabajadores. Sirve de ejemplo cómo comunicó el despido a los 14.000 empleados que ha puesto este año en la calle, en previsión de la bajada de rentabilidad de Tesla.
Especialmente flagrante fue el despido masivo en el departamento de supercharger, uno de los claves del éxito de Tesla, y que tuvo que readmitir después. Se lo cargó al completo porque la jefa del departamento osó contradecir a Elon Musk.
En Europa, Tesla se ha topado de frente con su mayor tradición sindical respecto a EEUU. Pero no está dispuesta a pasar por el aro: en la planta de Berlín ha amenazado con echar a la calle a todo trabajador que sindique. Y lleva un año de batalla con los mecánicos de sus centros técnicos en Noruega por no querer adherirlos al convenio colectivo de este sector.