Lo que empezó como una huelga de 120 trabajadores en octubre de 2023 en Suecia se está convirtiendo en una bola de nieve rodando cuesta abajo. Y todo porque Tesla no ha querido firmar un convenio colectivo con los mecánicos del Tesla Service sueco, iniciando el bloqueo por parte del sindicato IF Metal.
Poco a poco los trabajadores suecos y de los países vecinos como Noruega y Dinamarca se han unido a este bloqueo: desde mecánicos hasta camioneros pasando por estibadores y hasta el servicio de correos. Los últimos han sido los trabajadores encargados del mantenimiento de la red de Supercargadores, que han dicho hasta aquí.
Cuatro meses después de que los trabajadores del Tesla Service sueco se plantaran, se han unido a la huelga casi una docena de sindicatos que buscan proteger el preciado modelo laboral (y de vida) sueco. El último ha sido el Sindicato Sueco de Empleados de Servicios y Comunicaciones (Seko), encargado del mantenimiento de las estaciones de carga de la red de Supercargadores:
"La lucha de IF Metall es también nuestra lucha. Al negarse a cumplir las reglas del juego aquí en Suecia, Tesla está tratando de obtener una ventaja competitiva dando a los trabajadores peores salarios y condiciones que los que tendrían con un convenio colectivo", ha dicho la presidenta de Seko, Gabriella Lavecchia.
Esto significa que desde el 4 de marzo dejarán no solo de trabajar en planificar, preparar y expandir la red de cargadores de Tesla, sino que si alguno deja de funcionar debido a un fallo, no estarán ahí para repararlo y tampoco realizarán el mantenimiento de la red.
Negociados sector por sector, los convenios colectivos con los sindicatos son la base del modelo de mercado laboral nórdico, que cubre casi el 90% de todos los empleados en Suecia y el 80% en Dinamarca, y garantiza salarios y condiciones laborales.
Pero Elon Musk, enemigo declarado de los sindicatos, no tiene contemplado apaciguar los ánimos.