En Estados Unidos las persecuciones son un problema casi de salud pública. La potencia media de los motores de los vehículos influye en la velocidad, longitud y peligrosidad de las intercepciones. Según la NHTSA, cada año hay 30.000 persecuciones que se saldan con 300 muertos, al margen de los daños materiales que se producen.
El grupo GM añadirá a modelos de 2009 el servicio “Slowdown” a su catálogo de servicios telemáticos de emergencia, que lleva la empresa OnStar. Este sistema ya había sido anunciado antes pero ahora es cuando va a iniciar su andadura a nivel comercial y a gran escala. Se irá extendiendo a más modelos según pase el tiempo.
El funcionamiento del sistema queda bien detallado en este vídeo. Una vez el cliente reporta que su coche ha sido sustraido, OnStar se comunica con las autoridades dándoles la posición del vehículo. Los agentes, en las cercanías del infractor o en una persecución, pueden dar una orden de parar el vehículo.
Una vez dada la orden vía satélite de OnStar, el vehículo sigue manteniendo la dirección asistida y los frenos, pero el motor va perdiendo potencia hasta quedarse parado, con lo que la juerga se habrá terminado. Así dicen que evitarán gastos a la policía y reducirán las consecuencias de las persecuciones, entre ellas la de que el coche del cliente salga dañado.
La ventaja fundamental del sistema es que no es imprescindible que los agentes estén muy cerca para forzar la parada del prófugo, como es el caso de los inhibidores electrónicos. Por otra parte, tiene la gran pega de que siendo un sistema tan extendido, tarde o temprano será reventado por los ladrones profesionales, aunque al pringao que se da una vuelta le puede caer la del pulpo.
Lamentablemente es un servicio que sólo funcionará en EEUU-Canadá y se calcula que el primer año se beneficiarán de esta tecnología un millón de vehículos. Los usuarios son libres de usar o no el servicio, ya que no es gratis.
Fuente | General Motors
Más información | OnStar (incluye vídeo en español)
En Motorpasión | Sistema para evitar persecuciones de la policía