A China se le está complicando conquistar la industria del automóvil global. A lo largo de los últimos meses, Estados Unidos y Europa han puesto en marcha medidas proteccionistas en forma de aranceles al coche chino y ahora Canadá acaba de anunciar que el derecho de aduana a los coches chinos pasará del 6,1% actual a un 106,1%.
Con esta medida, Canadá sigue los pasos de Estados Unidos para hacer que los coches chinos que se vendan en el país tengan un impuesto a la totalidad de su precio, de forma que, si algún fabricante se atreve a vender sus coches fabricados en China en Canadá, costarán más del doble que ahora. Y eso incluye a los Tesla fabricados en China.
Canadá declara la guerra al coche eléctrico chino
Los aranceles al coche chino que anunció Europa no han sentado nada bien en China. Son de hasta el 38%, aunque el porcentaje depende de cada fabricante. Mientras tanto, Estados Unidos va mucho más fuerte y antes del verano declaró directamente la guerra al coche chino, incrementando el derecho de aduana de estos vehículos del 25% al 100%.
Pues bien, la estrategia de Estados Unidos parece haber convencido a Canadá porque el Gobierno dirigido por Justin Trudeau acaba de tomar ejemplo del país vecino y ha decidido imponer nuevos aranceles del 100% al coche chino.
Ese impuesto se suma al actual arancel de importación del 6,1% y se aplicará a partir del 1 de octubre, por lo que estamos hablando de unos aranceles del 106,1%. El Departamento de Finanzas de Canadá aplicará esta tasa a los coches de pasajeros eléctricos, camiones, autobuses y furgonetas de reparto fabricados en China que tengan motor eléctrico, híbrido enchufable o híbrido.
El Departamento de Finanzas de Canadá asegura que esta medida trata de proteger la industria local de China y de sus prácticas desleales: “Los trabajadores automotrices canadienses y el sector automotriz se enfrentan actualmente a la competencia desleal de los productores chinos, que se benefician de políticas y prácticas desleales y no de mercado. Las recientes consultas con las partes interesadas han confirmado que se necesitan medidas excepcionales para hacer frente a esta gran amenaza”.
Además de sumar la nueva tasa que eleva los aranceles al coche eléctrico chino hasta el 106,1%, a partir del 15 de octubre, Canadá incrementará en un 25% los derechos de importación de productos siderúrgicos y de aluminio que vengan de China. Asimismo, el Gobierno canadiense señala que estudiará imponer aranceles a otros productos, como las baterías, las piezas de las baterías, los semiconductores y los paneles solares.
Otra de las medidas que está estudiando el Ejecutivo canadiense es limitar la elegibilidad de los vehículos para las ayudas a la compra que ofrece el Gobierno para que solo se apliquen a los vehículos fabricados en países que mantienen acuerdos comerciales con Canadá.
“El Gobierno de Canadá se ha comprometido a nivelar el terreno de juego para los trabajadores, las empresas y los sectores clave canadienses que se enfrentan actualmente a una competencia desleal durante este período de inversión y transformación. Las medidas anunciadas hoy son un paso importante para garantizar que los trabajadores y las empresas canadienses puedan competir de manera justa", ha dicho Mary Ng, Ministra de Promoción de la Exportación, Comercio Internacional y Desarrollo Económico del Gobierno de Canadá.
"Las normas comerciales globales no siempre son adecuadas para protegerse contra el tipo de comportamiento no comercial que hemos presenciado de China en este sector”, añade Mary Ng.
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