Los octanos miden la resistencia a la detonación de la gasolina, es decir, hasta qué punto puede retrasarse este suceso para lograr una reacción química más eficiente y soportar una mayor compresión. De toda la vida, la gasolina de 95 octanos ha sido más barata que la de 98, pero ¿por qué esa diferencia de precio?
El refino de la gasolina de 98 octanos es más completo, además suele estar mejor tratada a nivel químico, dependiendo de la petrolera, con menor contenido de azufre o más aditivos que respetan a largo plazo el motor, sistema de inyección, escape, etc.
Ofrece una ligera diferencia en prestaciones y consumo, y se nota más cuanto mayor es la cilindrada y potencia del motor.
En un coche de poca potencia tiene poco sentido utilizar la gasolina más cara, si tenemos en cuenta el precio. Con un Chevrolet Kalos 1.4 de 94 CV noté una ligera mejoría en las recuperaciones (2 segundos en el 80-120 en 4ª) al haber repostado 98 octanos tras entrar en reserva, pero por la diferencia de precio no compensaba. Y ese es el cálculo que hay que hacer.
Eso sí, despreciando la diferencia en coste, obtenemos un mejor rendimiento y teóricamente mayor durabilidad mecánica ya que el combustible a nivel químico es mejor. Esto puede ser discutible en algunas ocasiones, un mecánico experimentado me ha llegado a decir que el motor sufre menos con la gasolina de 95 octanos, sería interesante que aportaran su opinión personas del ramo.
Las petroleras te dirán que es mejor el combustible caro, en este caso 98 octanos, pero que el inferior sigue siendo bueno, aunque un poquito menos. El bioetanol (E85 o E100) tiene aún más octanaje que la gasolina, 104 octanos, pero su poder calorífico es menor, de ahí que haga falta más cantidad en litros para hacer la misma distancia, hablamos de esto en la prueba del Saab 9-5 Biopower (parte 2).
¿Y qué hay de la de 97 octanos? Esta gasolina es para los viejos motores de gasolina con plomo, desprovistos de catalizador. A partir de 2009 dejará de comercializarse y habrá que repostar 95 octanos y añadir manualmente aditivos al depósito, si no queremos precipitar el fin del motor. Hay muchos vehículos de este tipo aún en el parque, y lo deseable es que vayan siendo reemplazados, ya que son más contaminantes y con peor rendimiento, amén de menos seguros.
Vía | Consumer