En coches de carrocería elevada como los SUV la prueba del alce puede ser de especial relevancia, y por eso una publicación sueca especializada ha elegido cuatro de los más populares para evaluarlos: el Tesla Model Y la ha aprobado con nota superando en velocidad y comportamiento al Ioniq 5 y al Skoda Enyaq iV. Sin embargo, el Mustang Mach-E la ha suspendido.
Esta prueba, que muestra cómo se comportan los vehículos en un cambio repentino de trayectoria y evalúa la capacidad de respuesta conjunta del chasis, la geometría de la dirección y los sistemas de suspensión y frenado, debe superarse a una velocidad de al menos 72 km/h.
Una prueba de las más famosas… y temidas
La famosa prueba del alce se convirtió en una pesadilla para el Mercedes Clase A en la recta final de los 90, gracias a la revista sueca Teknikens Värld. Su nombre viene precisamente del tipo de maniobra, pues se trata de una esquiva sin frenada a una velocidad de entre 75 y 80 km/h que simula la aparición de un obstáculo en la calzada: algo muy típico en los países nórdicos cuando los alces deciden cruzar la carretera sin avisar.
Estas pruebas se siguen haciendo en Suecia, donde los resultados adquieren especial importancia por el trazado de las carreteras de la zona. Los últimos test llevados a cabo en el país escandinavo han tenido como protagonistas a cuatro SUV recién llegados al mercado que, a su vez, son de los más populares en la actualidad.
Los resultados obtenidos ensalzan el comportamiento del Tesla Model Y, que logró superar la prueba sin problema a una velocidad de 75 km/h. Por su parte, tanto el Ioniq 5 como el Skoda Enyaq iV fueron capaces de pasarla a la velocidad mínima requerida de 72 km/h.
Por último, y según comenta el periodista Linus Pröjtz, el nuevo Ford Mustang Mach-E sufre a la hora de realizar la prueba “por el comportamiento deportivo que el fabricante americano le ha querido dar a este SUV”, ya que su zaga es inestable, pierde tracción y lo desequilibra en los giros bruscos.
El especialista añade que el control electrónico de estabilidad (ESC) “actúa demasiado tarde y de manera poco agresiva”, de manera que el coche logra superar la prueba sin derribar los conos a 68 km/h, menor a la velocidad mínima establecida. En los intentos de llegar a una velocidad mayor, el Mach-E no fue capaz de mantener la trayectoria, pasando por encima de los conos de la pista de pruebas como se puede ver en el vídeo.
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