Las puertas de los coches de Tesla se abren desde dentro con un botón que activa la apertura electrónica. Si el sistema eléctrico falla o se corta el suministro, por ejemplo en un accidente, sólo se puede abrir manualmente desde el interior accionando un mecanismo nada intuitivo. Eso en los asientos delanteros. En los traseros, además es poco accesible.
Esto puede ser fatal en una emergencia. Un fatídico accidente de un Tesla Model Y lo ha demostrado de la peor de las maneras. Cuatro de sus ocupantes murieron calcinados al quedarse atrapados en su interior. El SUV se incendió tras el choque.
Una trampa mortal en caso de accidente: no todos los Model Y tienen apertura manual en la parte trasera
El pasado 24 de octubre, un Tesla Model Y se estrelló contra un pilar de hormigón en el centro de Toronto (Canadá). Eran las 12:10 y, según la policía de la ciudad, se estima que se debió a un exceso de velocidad: el conductor perdió el control y acabó chocando. El todocamino eléctrico empezó a arder tras el impacto, estando cinco ocupantes en su interior.
Solo una de las pasajeras logró salir del Model Y en llamas, una mujer de 25 años. No lo hizo por sus propios medios, sino que la rescató un operario del servicio postal canadiense que pasaba por el lugar en ese momento: Rick Harper. El hombre de 73 años se detuvo al ver el SUV incendiado. Fue incapaz de abrir las puertas desde fuera. Al ver a esta pasajera desesperada por salir, rompió una de las ventanillas traseras con una barra metálica.
Así, ella logró salir de cabeza desde el interior. Debido al humo, Harper no se percató de que otros cuatro ocupantes estaban dentro del coche. La mujer rescatada estaba en ese momento en shock y sin capacidad para hablar. Así, los otros cuatro ocupantes acabaron muriendo en el interior del Tesla Model Y devorado por las llamas tras extenderse desde la parte delantera, que fue donde se originó el incendio.
Abrir un Tesla manualmente no es fácil ni intuitivo. Ocurre con todos los Tesla. Si falla el sistema eléctrico desde el habitáculo se puede accionar su apertura manual. En el Model Y, en las plazas delanteras, se acciona con una palanca que está junto a los mandos de los elevalunas. Si bien es accesible, no se indica con icono o señalización alguna: hay que saber que sirve para eso, leyendo el manual, o bien si nos lo indica previamente el vendedor.
En la fila trasera es bastante más complicado. Está escondido en el fondo del bolsillo de la puerta: hay que retirar la moldura que lo cubre, abrir una trampilla con una palanca y acceder a un cable de desbloqueo. Para colmo, no todos los Model Y llevan este sistema en las filas traseras. Así se señala en el manual.
Desde fuera, la única manera de abrirlo es desde el capó y además, al cortarse el sistema eléctrico, exige enchufar un cargador portátil con pinzas. Se han dado varios casos de gente atrapada dentro de un Tesla en los que el personal de rescate ha optado directamente por romper las ventanillas. Entre ellos, el de un bebé de 20 meses que quedó atrapado al quedarse sin energía la batería de 12V. También fue en un Model Y.
Además de por agotarse la batería auxiliar, el sistema electrónico de apertura también deja de funcionar tras un fuerte impacto en caso de accidente. Ocurre en la mayoría de coches: cuando saltan los airbags, se corta se corta el suministro eléctrico, por seguridad. Esto ocurre gracias a un fusible de emergencia, que se rompe al desplegarse el airbag. Se entiende fue lo que pasó en este caso.
En una situación como el de este fatal accidente, con los ocupantes heridos o bien presa del pánico por intentar salir del coche, el mecanismo es de todo menos práctico y funcional. Y aunque lo conozca el conductor o dueño, tener que explicar todo ese proceso en un momento así, es casi tarea imposible. Ya no digamos si las otras personas están impedidas. O con el interior lleno de humo como era el caso.
Por lo señalado por Harper, así fue: "Supongo que la joven había intentado abrir la puerta desde adentro, porque estaba bastante desesperada por salir. No sé si fue por la batería o qué. Pero no pudo salir".
Si sumamos a la ecuación que el Tesla Model Y estaba incendiado, siendo mucho más complicado de apagar en un eléctrico por el fenómeno conocido como embalamiento térmico que se produce en la química de la batería, tenemos un peligroso combo que puede acabar en total desgracia como así ha sido.
Tesla presume que el diseño de sus coches está orientado a la seguridad. Pero claramente este sistema no lo está. En general, Tesla fía casi todo a los sistemas eléctricos y la mayoría de funciones se accionan desde su pantalla o por control por voz: pocos botones físicos encontramos dentro. Y está eliminando los que ya tenía: por ejemplo en el nuevo Tesla Model 3 los intermitentes se activan por botón en el volante, pues ha prescindido de las tradicionales palancas.