La medida más polémica de la nueva Ley de Tráfico, ya en vigor, es la que elimina el margen de 20 km/h para adelantar en carreteras convencionales. Y sobre ella ha hablado de nuevo Pere Navarro, que alude a motivos de seguridad pues esta "ley es para salvar vidas, no para ganar votos".
Además, el director de la DGT también ha reconocido que esta medida favorecerá la colocación de más radares de tramo a pesar de que previamente había asegurado que no se preveía más control en estas vías.
Analizamos las palabras de Navarro y repasamos qué dicen los expertos sobre esta medida, que a la postre va encaminada a reducir los adelantamientos en las vías convencionales.
"Algo había que hacer con las convencionales" pero, ¿se traducirá en menos siniestros?
Tanto en el encuentro digital en el que Pere Navarro ha contestado a internautas en relación a las nuevas multas, como en una entrevista concedida a la agencia Servimedia, el director general de Tráfico pone el acento en las carreteras secundarias, en los adelantamientos y en los choques frontales. Y siempre aludiendo a reducir los fallecidos en carretera.
Choques frontales. "239 fallecidos por choque frontal en carretera secundaria en 2019. Punto. Algo hay que hacer".
Es cierto que las colisiones frontales en vías interurbanas fueron una las causas más frecuentes de accidentes mortales en 2019, representando un 27 %.
Pero las salidas de vía fueron la primera causa de siniestros viales con fallecidos (41 %), según el balance de siniestralidad de ese año. Y una salida de vía no siempre implica que derive de un adelantamiento.
Adelantar, la maniobra más peligrosa. "El adelantamiento es probablemente la maniobra de mayor riesgo en la conducción. En estas carreteras compartes el sentido de circulación, es decir que hay vehículos circulando en sentido contrario".
Si bien no se puede negar que así sea, lo que no está tan claro es que suprimir el margen ayude a facilitar el adelantamiento en estas vías, ya que puede suponer más tiempo para ejecutar la maniobra al no poder superar el límite.
Por ejemplo, si un camión circula a 80 km/h, que es la velocidad máxima a la que pueden hacerlo estos vehículos pesados en carretera convencional, un coche o una moto podrá adelantar cómo máximo a 90 km/h. Antes se podía llegar a 110 km/h sin miedo a una multa, pero ahora ya no es así.
Precisamente sobre ello se le ha preguntado a Navarro en el encuentro digital, a lo que ha respondido que "En ningún país de nuestro entorno existe este margen. Disponer de ese margen de 20 km/h incita a realizar adelantamientos".
Así, y en base a estos argumentos, se deduce que la DGT lo que busca con esta medida es evitar que se realicen los adelantamientos. Es más, Navarro ya señaló en su momento que "no pasa nada por ir detrás de un camión".
Que la medida sea efectiva o no, se verá con cifras en la mano, al menos en lo que toca a una reducción de choques frontales. Por ello, Navarro ya ha reconocido que se dará un año para valorar su impacto. Aunque también ha señalado que eso no implica que vaya a eliminarse.
Al menos deja la puerta abierta a otras medidas que podrían facilitar los adelantamientos en estas vías sin la prohibición en la ecuación. Es el caso de las carreteras 2+1, en las que se disponga un carril exclusivo para adelantar.
"Vamos a ir haciendo el 2+1. Es decir, tramos donde puedes hacer dos carriles donde se podrá adelantar sin invadir el carril contrario y sin entrar en conflicto con los vehículos que vienen en la otra dirección".
Esta medida está muy bien valorada por expertos en seguridad vial. Por ejemplo, Javier Llamazares, presidente de FESVIAL, nos traslada que "Hay enormes ventajas en las carreteras 2+1".
"Más seguridad que en vías convencionales, mayores velocidades medias, más nivel de servicio, coste inferior y menor impacto ambiental respecto a autopistas y autovías, mayor flexibilidad de diseño y facilita el adelantamiento a los vehículos más lentos", detalla.
Más radares de tramo en convencionales
Antes de que entrara en vigor esta medida, Pere Navarro la analizó en el Encuentro Informativo 'Reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial', organizado por Europa Press y en colaboración con CEPSA.
En aquel momento, cuando se le preguntó si la supresión del límite para adelantar traería consigo más radares para controlar que se cumpla la medida, el director de la DGT aseguró que no tenían previsto aumentar la vigilancia.
"No vemos la necesidad", aseveró, además de señalar que "una de las líneas de trabajo es reforzar la educación y formación vial".
Pero en el encuentro digital de la DGT ahora ha reconocido que esta medida "puede favorecer la instalación, en un futuro, de más radares de tramo. Y los radares de tramo se consideran más justos que los de puesto".
¿Por qué? Pues Navarro expone que antes, con el margen de 20 km/h, un conductor podía alegar que había superado la velocidad en un tramo dado porque había realizado adelantamientos.
Pero esto solo puede aplicarse en caso de que la velocidad media hubiera sido como máximo de 110 km/h, pues en las secundarias el límite máximo genérico es de 90 km/h.
Sea como fuere, Tráfico ya ha confirmado que este año estrenará 16 nuevos radares de tramo, aunque sin especificar en qué tipo de vías se colocarán. Actualmente, estos dispositivos que controlan la velocidad de punto a punto se cifran en 92.
¿Y cuántos radares de tramo hay en carreteras secundarias? Según recoge El Mundo, el 70 % de los mismos están en esta vías. Desde Motorpasión nos hemos puesto en contacto con la DGT para que nos facilite estas cifras, pero nos remiten el global de 92, sin detallar su número exacto en convencionales. Desde luego, en 2020, eran más de la mitad.
Este mismo medio destaca que cerca de la mitad de las sanciones impuestas por radares fijos o de tramo aglutinan la mitad de las denuncias que Tráfico impone por exceso de velocidad.
¿Qué dicen los expertos sobre la nueva norma?
Si bien Pere Navarro ha afirmado que esta medida "los técnicos la ven todos como lógica y razonable", desde varias asociaciones de conductores señalan lo contrario.
Es el caso de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), pues su director, Mario Arnaldo, ha señalado a Motorpasión que: "Ni en el anteproyecto de ley ni en la tramitación parlamentaria del Congreso se ha aportado ningún informe técnico ni económico que avale esa medida".
Y lo mismo sostiene Ignacio Fernández, director del Real Automóvil Club de España (RACE), que considera que la medida debería haber tenido un debate técnico: "No está comprobado que sea una medida que contribuya a una reducción de los siniestros viales".
Previamente esta entidad señalo: "A priori, acabar con el margen de 20 km/h no responde a ningún criterio de seguridad. Al contrario, con ese plus de velocidad el adelantamiento es más rápido y, por tanto, más seguro".
Así, se sostiene que, previsiblemente, se aumentará el tiempo y la distancia para ejecutar un adelantamiento: "Ampliándose tanto el tiempo como la distancia para realizar una maniobra peligrosa", explica Fernández.
Por otro lado, Arnaldo de AEA considera que la medida supondrá un cambio de señalización ya que: "En dos de cada tres tramos de carreteras convencionales donde está permitido el adelantamiento habría que prohibirlo". Es decir, una mayor inversión.
Además critica que, por ahora, ese cambio no se ha realizado: "La señalización sigue autorizando ese adelantamiento, provocando una situación de trampa y de desinformación".
En cuanto a si se trata de una medida recaudatoria, el director de AEA expone que no lo ve así, aunque sí cree que podría traducirse en un aumento de las sanciones, ya que los conductores seguirán buscando que la maniobra dure lo menos posible y no estarán atentos a si superan el límite o no.
Aunque la DGT tiene aliados en lo que respecta a esta medida. Por ejemplo desde la Fundación PONS nos explican que la medida era anacrónica, ya que se implantó en los años 90 para facilitar el flujo del tráfico y ante la falta de autovías y autopistas.
"Se pretendía facilitar el adelantamiento en una España donde los grandes desplazamientos se hacían en estos tipos de vías. La medida ahora no tiene las razones ni los motivos que tenía entonces. Que desaparezca nos asimila y homologa más a las legislaciones europeas", asegura Ramón Ledesma, asesor de PONS Mobility.
Si bien no consideran que vaya a tener repercusión en la seguridad vial, lo que si ayudará es a que se consolide el límite a 90 km/h.
Por otro lado Jesús Monclú, director de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación Mapfre valora positivamente la medida: "Eliminar el margen permite la utilización de los radares de tramo, una medida claramente prometedora. Ahora bien, tenemos que cambiar chip mental y no pretender adelantar inmediatamente a un vehículo que circule a 80 o 90 km/h, ya que sólo podremos hacerlo en secciones de vía más despejadas".
También acoge positivamente la medida la Fundación para la Seguridad Vial, FESVIAL. Su presidente, Javier Llamazares, argumenta que "en las carreteras convencionales se producen más del 70 % de las víctimas mortales en siniestros viales".
Accidentes que se ocasionan "por salidas de la vía, colisiones frontales o fronto laterales, al invadir el carril del sentido contrario, normalmente en un adelantamiento, y donde la velocidad juega un papel determinante en la gravedad del siniestro".
"Con la supresión del margen de los 20 km/h estamos convencidos que se reducirán los siniestros y, sobre todo, los más graves", ultima Llamazares.
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