Flores "mortales". La medida radical que los ciudadanos de Nueva York han tomado contra los radares que se hinchan a poner millones en multas cada año

Flores "mortales". La medida radical que los ciudadanos de Nueva York han tomado contra los radares que se hinchan a poner millones en multas cada año
2 comentarios

Los radares pueden ser un arma eficaz para evitar accidentes, como en la AP-8 y A8 a su paso por Bilbao donde los radares bien señalizados están antes de una curva cerrada, cambio de rasante o viaducto. Pero también puede ser un mero medio de recaudación según donde se sitúen. Eso mismo consideran en Nueva York donde para inutilizar los radares automáticos de Staten Island les han puesto flores.

En las revueltas de los llamados “chalecos amarillos”, en Francia, se cargaron a más de la mitad de todos los radares automáticos del país. En Nueva York, son más civilizados y ponen flores artificiales delante de los radares. Para las autoridades, esto podría provocar muertes, según el comunicado del Departamento de Transporte de la ciudad.

Fotos de flores en lugar de multas

Nueva York es uno de los varios estados que cuentan con numerosos radares de velocidad automáticos, algo todavía inusual en muchos rincones de Estados Unidos. En 2024, los conductores de Staten Island tuvieron que pagar más de 22 millones de dólares en multas por esos radares automáticos. Circular 16 km/h por encima del límite indicado y siendo cazado por uno de esos radares implica que el titular del coche reciba una multa en su casa de 50 dólares.

Uno o varios residentes se han hartado y la han tomado con los radares. No los quemen ni rocían de pintura. Se limitan a colgar delante de las cámaras un ramo de flores artificiales, con una nota firmada por el “Escuadrón de Embellecimiento de Staten Island”. En caso de que el radar detecte una infracción, en la correspondiente foto sólo se verá el ramo de flores.

Los ramos de flores falsas, son de tela, se sujetan a los postes de los radares con cinta aislante y bridas de cremallera. Naturalmente, el Departamento de Transporte de la isla no le ve la gracia. En su lugar, la agencia los ha calificado de “obstrucciones” potencialmente mortales.

“El exceso de velocidad mata. La manipulación de las cámaras de velocidad es inaceptable y pone vidas en riesgo”, escribió la agencia en un comunicado a la CBS. “Estamos trabajando activamente con la policía de Nueva York y los autores tendrán que rendir cuentas por poner en peligro la seguridad pública”. El hecho de no atentar contra el radar, no les librará de represalias legales.

En cuanto a los residentes, las opiniones están divididas. Para algunos el “Escuadrón de Embellecimiento de Staten Island” son héroes. Inicialmente se instalaron cerca de colegios, lo que fue visto como algo positivo por la mayoría, pero ahora que se han extendido por toda la ciudad, lo ven como una medida recaudatoria.

Para otros, sin embargo, esto no hace sino aumentar la inseguridad vial y el peligro en los barrios residenciales, como si cometer un exceso de velocidad en una zona residencial o comercial no tuviese consecuencias.

En España, una acción similar, podría llevar a su autor o autores a la cárcel. Se podría considerar un atentado contra las infraestructuras viales, las cuales se contemplan como delito.

Dañar o quitar deliberadamente una señal o elemento de control de tráfico se contempla como delito en el Artículo 385 de la normativa penal. Puede suponer cárcel de seis meses a dos años o a multa de doce a veinticuatro meses y trabajos en beneficio de la comunidad de diez a cuarenta días.

Temas