Los radares de velocidad son tremendamente rentables y los nuevos llegados a Cataluña literalmente se están hinchando. Se trata de los 'carro radares', dispositivos móviles escondidos en un remolque, una idea que se ha importado de otros países europeos como Francia.
El Servicio Catalán de Tráfico (SCT), la DGT catalana, puso a funcionar dos de estos radares la semana pasada. Y en tres días han puesto casi 10.000 multas por exceso de velocidad: van a más de 3.300 multas por jornada.
Casi el 99 % de las multas, para los coches
Estos dos 'carro radares' se ha colocado en puntos de la C-31 (en Bellvitge) y en la AP-7 (en Santa Perpetua de la Mogoda), multando excesos por encima de los 80 km/h y los 100 km/h respectivamente, ambos menores que los genéricos de ambas vías. No se ha elegido el punto al azar. Así, se han controlado 65.120 vehículos y se han impuesto 9.980 multas: más de un 15 % se han llevado sanción.
En su mayoría las sanciones han ido para vehículos ligeros: coches, motos y furgonetas. Un total de 9.867. Y solo 113 para camiones y vehículos. El balance ha sorprendido incluso al director del SCT, Ramon Lamiel, que ha presentado dichas cifras tras cinco días de actuación de estos radares (los dos primeros, apenas multaron).
Según publica El Periódico, Lamiel reconoce que se trata de una "cifra elevada" de sanciones. Y que le parece sorprendente la cantidad de infracciones por exceso de velocidad, especialmente en coches.
Pese a ello, para este puente de la Constitución, se pondrán a funcionar otros dos radares sumándose a los dos ya activos. Dos estarán en la AP-7 (en la Roca y en Santa Perpetua de Mogoda), otro en la C-31 y un cuarto en la B-23, todos en sentido sur.
Aunque ha adelantado que se anunciarán a los conductores para que "sea muy evidente" que se está realizando un control de velocidad. Por ejemplo con señalización variable. En todo caso, esas multas se cobrarán y supondrán un buen montante a las arcas de la Generalitat.
El nuevo terror de los excesos de velocidad. Estos carro radares son pequeños remolques que esconden en su interior un cinemómetro. Así, se pueden trasladar a puntos estratégicos para controlar la velocidad rápidamente. A ello se suma que son bastante eficaces gracias a su tecnología láser: pueden realizar un seguimiento de los vehículos durante varios metros y pueden detectar excesos de velocidad en varios carriles.
Además, tienen conexión a Internet, lo que significa que tramitan inmediatamente la multa sin necesidad de que la gestione un agente, como ocurre con otros dispositivos móviles. Ante previsibles represalias de los conductores, gozan de una carcasa de alta resistencia para evitar ser vandalizados.
Este 'Gran Hermano' de la velocidad lejos de parar: la DGT catalana ha adquirido un total de 25 unidades de estos radares remolques y los irá moviendo por hasta 150 puntos de las carreteras de la comunidad.
